España devolvió a Ourense el gusto por el baloncesto de alta calidad

Jacobo Rodríguez

DEPORTES

La selección de Pepu Hernández consiguió una aplastante victoria ante Lituania

19 ago 2007 . Actualizado a las 02:33 h.

ourense | Ourense volvió a saborear el baloncesto de más alta calidad de la mano de la selección española que volvió a derrotar de forma contundente a Lituania. La selección es de esos equipos que van entrando al partido poco a poco pero sin estar nunca fuera de él. Y así fue ayer en Ourense. El encuentro comenzó de una de las formas más características del combinado, con una bomba de Navarro. El público empezaba a degustar la calidad de los jugadores españoles y en concreto de los abanderados de este ya imborrable equipo pero esto sólo sería el comienzo. Pau Gasol comenzó en plan asistente e intimidador en su zona porque para anotar los de Pepu Hernández se bastaban con penetraciones a canasta ante la defensa zonal que por momentos usaba Lituania.

Los primero minutos fueron muy igualados y las rotaciones empezaron a llegar, aunque el nivel del equipo no se notaba. Marc Gasol pondría la espectacularidad de un tapón y la gran imagen de este primer cuarto llegaría con la conexión entre Sergio Rodríguez y Rudy Fernández que deleitaron a los aficionados con su habitual y espectacular alle-hoop. Precisamente dos canastas seguidas del alero del Joventut harían posible el primer despegue en el marcador de los españoles (22-13), marcador con el que se llegaría al final del primer cuarto.

No comenzó con tanta espectacularidad el segundo cuarto en el que las defensas se impusieron casi siempre a los ataques, en especiales las zonales y las alternativas que pusieron en práctica ambos técnicos como prueba de cara al próximo Campeonato de Europa. Las precipitaciones y las pérdidas de balones abundaron en ambos conjuntos, aunque España, con un mayor poderío interior consiguió un parcial de 11-4, que parecía empezar a romper el encuentro (34-23).

Sin embargo los lituanos realizaron un buen final de segundo cuarto basándose en una clara mejoría en defensa y de la mano de Jasikevicius en la dirección consiguieron llegar al descanso metidos de lleno en el encuentro. Un mate de Kleiza y la última jugada de Navarro anotando otra bomba, fue lo más destacado.

El tercer cuarto fue más igualado y con más acierto por parte de ambos equipos pero España tiene recursos suficientes para finiquitar en escasos segundos un encuentro igualado.

Fue en el último minuto del tercer cuarto cuando cuatro tiros libres de Calderón sumados a dos triples consecutivas otorgaban una diferencia de quince puntos que ya sería definitiva (75-60). Pero el festival todavía perduraría hasta el último cuarto en el que toda la selección fue una apisonadora, principalmente a base de triples. Así la diferencia ya superaba los 20 puntos y la historia de Gijón se repetía. La gradas pudieron disfrutar del juego que a la selección más le gusta: el contraataque y el encuentro sólo tenía el aliciente de hacer disfrutar a unas gradas que nunca vieron baloncesto de tanto nivel.