Alonso responde al cisma en McLaren dominando las dos tandas libres
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Fernando Alonso respondió desde la pista a toda la marea abierta esta semana en el seno de McLaren, donde el asturiano recela del escaso apoyo recibido en comparación a su compañero Lewis Hamilton. Así, el asturiano dominó con claridad las dos sesiones libres de entrenamientos de Indianápolis, donde este domingo (siete de la tarde) se disputará el Gran Premio de Estados Unidos. Es la tercera vez esta temporada que el bicampeón mundial español domina las dos primeras sesiones libres. Lo hizo en Mónaco, en donde se apuntó el triunfo, y la semana pasada también lo logró en Canadá, aunque luego en la carrera la suerte le fue esquiva y sólo pudo ser séptimo. El de Indianápolis es un circuito que nunca se le dio bien a Alonso -es el único recinto en el que no ha acabado en el podio-, pero ayer el español dejó claras sus intenciones en los Estados Unidos. Su mejor crono llegó en la primera tanda, donde con 1.11,925 fue el único piloto que logró bajar del 1.12 en toda la jornada. Acabó por delante del alemán Nick Heidfeld (BMW Sauber), segundo a 466 milésimas, y de su compañero de escudería y líder del Mundial, el británico Lewis Hamilton, tercero a 703. Tras ellos, en la cuarta plaza, rodó el también alemán Sebastian Vettel, sustituto en el equipo BMW Sauber del polaco Robert Kubica y el cuarto piloto de la historia más joven en un gran premio de fórmula 1. El primero de los pilotos de Ferrari fue, en la quita plaza y a algo más de un segundo, el finlandés Kimi Raikkonen, mientras que el brasileño Massa sólo pudo ser séptimo, superado por el germano Nico Rosberg (Williams-Toyota). Al principio de la sesión Alonso y Hamilton se alternaron al frente de la tabla de tiempos, pero en la última hora el español comenzó su recital. Su mejor tiempo, un mundo para sus rivales, lo logró en la parte final. En la segunda tanda, el tiempo de Alonso fue de 1.12,156. Tras él acabó su compañero Hamilton, a 153 milésimas, y los dos hombres de Ferrari, el brasileño Felipe Massa, lejos de las prestaciones que los bólidos rojos suelen ofrecer en este circuito.