El triatleta ordense disfrutó abriendo el Rali Botafumeiro como piloto del coche cero, una experiencia «más segura que competir en bicicleta»
03 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Iván Raña corrió como nunca el pasado fin de semana. Pero iba motorizado. El triatleta fue el piloto del llamado coche cero del Rali Botafumeiro, el automóvil destinado a abrir la carrera, aunque sin tomar parte en la competición oficial. «Estuvo bien. Fue algo muy guapo, pero yo tengo que dedicarme a lo mío. Esto sólo ha sido un pequeño stop », sentenció tras la experiencia. Su hermano Manuel, el copiloto, portaba una libreta con las indicaciones sobre el recorrido, una especie de jeroglífico egipcio copiado a boli para cualquier no iniciado. No tuvo que lanzar al conductor ningún «¡Trata de arrancarlo, por Dios!». Los dos habían estado preparándose para la gran cita y traían la lección bien aprendida. «Yo le daría un notable alto, porque siguió todas mis indicaciones, lo hizo muy bien. Hubo compenetración y eso es clave para hacer buenos tiempos», aseguró Manuel. «En el primer tramo, las figuras me aventajaron en menos de cuarenta segundos. Los que conducían coches más modestos mejoraron mi registro entre 12 y 15 segundos», señaló con orgullo el improvisado piloto. Raña no pasó miedo: «No había ningún riesgo. Es más seguro que competir en bicicleta. Aquí llevas un buen arnés, barras antivuelco... El mayor peligro es para los espectadores. A los pilotos rara vez les pasa algo, pero en una prueba de triatlón o de ciclismo es muy fácil que algún competidor se lleve algún golpe». Confesó que fue divertido, pero que acabó con dolor de cabeza por el ruido y el estrés. En la asistencia, contó con la ayuda de Antonio, con otro de sus hermanos, y con el triatleta José Manuel Tovar. Este último protagonizó una de las estampas más curiosas de la prueba al ser el único asistente que lucía casco de ciclista. «Era un auténtico cachondeo», apuntó Raña. El ex campeón del mundo cumplió ayer otro caprichito sobre ruedas. «Fui con Pedro Burgo, el ganador del Botafumeiro, a Sanxenxo, donde probó su Mitsubishi en la pista de karts. Va muy rápido, a toda leche, pero lo que impresiona es cómo maneja el coche», explicó. Raña seguirá de vacaciones hasta enero, mes en el que retomará sus entrenamientos. «Seguramente me iré fuera de Galicia, en busca de mejor tiempo», indicó. Pero reconoció Iván que tiene alguna otra aventura pendiente. «Tengo otro sueño, pero tendrá que esperar un poco más. Eso sí, que nadie se asuste, que no entrañará ningún riesgo», dijo.