Federer completa su mejor año con la victoria en el Masters

José María Guimaraens REDACCIÓN

DEPORTES

ALY SONG

Barrió al estadounidense James Blake en la final de Shanghái

19 nov 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

En tan sólo una hora y treinta y seis minutos Roger Federer resolvió a su favor la final de la Copa Masters ATP en el Qi Zhong Tennis Stadium de Shanghái. El suizo literalmente aplastó al estadounidense James Blake (8). Con un marcador de 6-0, 6-3 y 6-4 el de Basilea se coronó por tercera vez campeón del torneo tras las victorias conseguidas en el 2003 sobre Andre Agassi y en el 2004 ante el australiano Lleyton Hewitt. El año pasado también disputó la final, pero perdió en cinco sets con el argentino David Nalbandián. Si Federer llega algún día a los altares como el mejor campeonísimo , no sorprenderá a quienes habitualmente le están viendo maniobrar en la pista. La final ante el nada cómodo James Blake (que lo diga, si no, Nadal) la despachó sin apenas despeinarse. Casi, casi, fue vista y no vista. No hay que olvidar que era un partido programado al mejor de cinco sets. A Federer le sobraron dos. Con pasmosa firmeza dejó al pairo a un rival que hasta ese encuentro había acreditado la potencia de sus golpes. Fue una de las finales más cortas en la historia de la Copa Masters. Hay que remontarse al año 1975 para recordar el abrumador triunfo logrado entonces por el rumano Ilia Nastase sobre el sueco Bjorn Borg por 6-2, 6-2 y 6-1, Con su incontenible despliegue de golpes de todas las marcas, aunque siempre al más puro estilo tradicional, Roger Federer asombra una vez sí y otra también. A Blake le explicó la mejor lección tenística de su vida, algo que el americano no dudó en agradecerle, a fin de cuentas vuelve a casa con 700.000 dólares en su mochila, cifra, claro, que queda muy por bajo de la conseguida por el ya tricampeón: 1.520.000 dólares. Con once saques directos y seis rupturas de servicio, Federer dejó constancia de su indudable superioridad. En realidad controló el partido a su antojo. A sus 25 años, el suizo va camino de seguir rompiendo llamativos registros. Frente a Blake sumó nada menos que 41 golpes ganadores por los 18 de su rival. En cuanto a errores no forzados, el helvético se quedó en 26 frente a los 27 del estadounidense. En su décimo sexta final del año, Federer puso de relieve su extraordinaria facilidad para resolver cualquier situación en la pista, por complicada que sea.