Armstrong dice en Praga que podría ganar el séptimo Tour

La Voz AGENCIAS | PRAGA

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FMICHAL SVACEK

Habló tras visitar a un grupo de niños que sufren de cáncer

30 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Es la pregunta del millón: ¿Estará Lance Armstrong en la línea de salida del Tour de Francia del próximo año con el fin de conquistar su séptimo triunfo consecutivo en la gran carrera por etapas? La respuesta no la dio claramente el ciclista norteamericano en Praga, a donde acudió para disputar una carrera, aunque también aprovechó para hacer una visita a un hospital de la capital checa que acoge a niños enfermos de cáncer. «Tengo 32 años y confieso que el tiempo es limitado, pero podría ganar otro Tour de Francia», manifrestó el excepcional corredor del US Postal. En realidad, Armstrong apuntó la posibilidad de encarar la consecución del séptimo título en los Campos Elíseos. En el hospital Motol fue recibido con enorme interés por los niños que sufren la grave enfermedad. Precisamente esta dolencia, un cáncer de testículos, fue la que en su momento hizo «despertar» a Lance. Armstrong reconoció que su problema, diagnosticado hace ocho años, le sirvió para eso, para «despertarme». El norteamericano siguió explicando que «el cáncer me dio a entender que no hay más que una vida, pero no por ello deja de ser difícil y duro visitar a enfermos en los hospitales, sobre todo si son niños, algo que nos afecta muy especialmente a los que somos padres». Armstrong no ocultó que «todavía tengo fresca en la memoria el tiempo que pasé ingresado en un hospital; sé lo que estos enfermos y sus familias aguantan y, para mí, es una obligación tratar de devolverles la esperanza». Aunque en su viaje a Praga está acompañado de su novia, la cantante estadounidense Sheryl Crow, el ciclista de Austrin desmintió que por ahora tenga la intención de contraer matrimonio. Entiende, además, que su vida privada es algo que le pertenece y no quiere que los periodistas puedan inmiscuirse en ella. La presencia de Armstrong en el hospital Motol despertó una enorme curiosidad. El corredor se entretuvo en charlar con varios de los niños enfermos y les transmitió su afecto y el deseo de que lleguen a recuperarse, como le sucedió a él. La firma de autógrafos fue otra actividad desarrollada por el estadounidense. Para todos los niños tuvo palabras de aliento. Eso sí, cuando se le preguntó si correrá el próximo Tour de Francia, insistió en que «podría ganarlo», pero cualquier decisión sobre sus planes para la temporada del 2005 la tomará «en breve», aunque sin señalar fecha.