Fernando se aferra al fútbol

Francisco Pastor A CORUÑA

DEPORTES

El interior deportivista lucha por agotar todas las posibilidades de recuperación de su grave lesión de rodilla mientras planea la sombra de la retirada forzosa del deporte

22 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

La banda izquierda del Deportivo se reforzaba en agosto de 1999 con un zurdo procedente del Betis: Fernando Sánchez Cipitria. Después de dos temporadas con una suerte irregular, el interior fue cedido al Osasuna y, la pasada temporada, al Hannover alemán. Tras la aventura centroeuropea, el madrileño probó suerte en el Córdoba. En realidad, cató fortuna de la mala, porque, desde el sexto partido de la segunda vuelta (ante el Numancia, en marzo del año pasado), no volvió a disputar un encuentro oficial. La causa: una lesión crónica y degenerativa en su rodilla que afecta al cartílago. El jugador regresó al Deportivo, club con el que aún le quedan cinco meses de contrato, para ponerse en manos de los servicios médicos blanquiazules. El doctor Guillén le intervino quirúrgicamente en Madrid y Fernando volvió a A Coruña para recuperarse. Todo fue según lo previsto. El madrileño incluso llegó a comenzar con éxito una fase de integración en el trabajo de grupo y el mercado de invierno se abrió como una oportunidad de retomar su carrera. Pero unos problemas posteriores (como hinchazón en la zona) frenaron la recuperación y crearon un clima de incertidumbre médica y, sobre todo, personal. El jugador fue reevaluado hace unos meses por los doctores Guillén y Borrell y, aunque todavía se encuentra dentro del tiempo estimado de recuperación, en relación a las incidencias se sale de la línea deseable, según pudo saber La Voz. El Deportivo, a través de su página web confirmaba este punto al publicar: «Desde el inicio de la actual temporada fue cubriendo satisfactoriamente las etapas establecidas para el caso, llegando a realizar sesiones de entrenamiento con balón. Al pasar de etapa, se le sometió a trabajos más próximos a las exigencias del fútbol, pero la rodilla no respondió». Es decir, Fernando no mantuvo la positiva línea de rehabilitación que registraba hace dos meses. Y, lo peor es que podría tratarse de una lesión incapacitante que no experimente mejoría con el paso del tiempo. Por ello, surge la lógica preocupación en el entorno del jugador que, incluso llegó a plantear dudas acerca del mimo que le dispensaban los servicios médicos del club. Cerca de un año después de su lesión, el futbolista pasa por uno de sus peores momentos. Ante la posibilidad de que la dolencia que sufre en la rodilla le impida volver a jugar, en el entorno de Fernando se ha llegado incluso a plantear la retirada, aunque este es un punto que el deportivista rechazará hasta que no agote todas las posibilidades de poder regresar a los terrenos de juego porque él considera que todavía tiene fútbol. El problema estriba en que, dentro de las soluciones podría estar una nueva intervención quirúrgica, lo que demoraría el retorno a la actividad. Esto, unido a la edad de Fernando (32 años) y a la finalización de su vínculo con el Deportivo el próximo 30 de junio es lo que ha provocado que algunas personas le aconsejen solicitar una indemnización por incapacidad. Según explica el profesor de INEF y especialista en medicina del deporte, Miguel Santiago, «en esos supuestos, los futbolistas se acogen a la normativa del resto de los trabajadores que se lesionan en el ejercicio de su actividad laboral. Entonces un tribunal de la Seguridad Social debe determinar si existe una incapacidad laboral transitoria (superando más de un año y medio de baja) o permanente (supuesto en el que se le daría la baja definitiva)». Mientras el doctor del Deportivo, César Cobián, aseguraba ayer que «seguimos trabajando con el jugador y los fisioterapeutas en su proceso de recuperación normal», el club anunciaba que hoy Fernando visitará al doctor Guillén en Madrid para que el galeno que le operó instruya un informe médico válido para tomar una decisión. Curiosamente, en ningún momento el club confirmó el pronóstico de la lesión y, al ser cuestionado sobre ello, Cobián espetó: «¿Tengo que decirlo yo?».