El partido de ida será en el Bernabéu, donde Beckham es dudaç
16 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.El Real Madrid-Valencia será la eliminatoria estrella de los cuartos de final de la Copa del Rey, con el partido de ida el próximo miércoles día 21 en el Santiago Bernabéu y la vuelta el miércoles 28 en Mestalla. El bombazo saltó en la sede de la Federación precisamente con el emparejamiento que abrió el sorteo puro, que determinó un enfrentamiento entre los dos primeros clasificados de la Liga y máximos candidatos al título. Y uno de ellos no llegará a las semifinales de Copa. En ocho días se encontrarán dos veces el mejor once y el equipo más sólido del campeonato, y Madrid o Valencia tendrán que despedirse ya de uno de los tres títulos a los que aspiran esta temporada. A pesar de que Florentino Pérez aseguró que el Real Madrid estaba «muy contento» con el resultado del sorteo, en el seno de la plantilla blanca se acogió con lógica preocupación y cautela el enfrentamiento con el Valencia, «el rival más duro y más competitivo que se puede encontrar en estos momentos en España», como reconoció Míchel Salgado. En el Valencia, que aunque tampoco deseaba al Madrid en esta «final anticipada» acogió con mejor talante el sorteo, también se considera que el orden de campo puede significar una «ventaja psicológica», aunque en la anterior ronda consiguió eliminar al Osasuna con la vuelta en El Sadar. El Real Madrid, que no gana la Copa desde hace once años, ha perdido ante el Valencia seis de las diez eliminatorias que han disputado ambos equipos, y aunque las estadísticas sirven de poco en duelos de este calibre, los blancos no ocultan que «el Valencia está en un momento fantástico», como reconoce Emilio Butragueño. Sin embargo, a pesar de las dificultades que tendrán los blancos ante el Valencia los madridistas consideran que si superan la eliminatoria el equipo dará un gran impulso, ya que saldrá reforzado anímicamente y recuperará el optimismo. Una preocupación más para el Madrid es que para el próximo miércoles en el Bernabéu tendrá la duda de Beckham, ya que aún siente dolores en el hueso de su tobillo al golpear el balón. Sin embargo, según Míchel Salgado, «la ausencia de un jugador no se puede poner como justificación para perder un partido».