?ocos hubieran apostado en verano que en el ecuador de esta Liga la titularidad de Diego Tristán iba a depender de una lesión de Pandiani, ausente mañana ante el Santander por molestias en una rótula. Hace dos años, el sevillano fue el pichichi de la Liga con 21 goles que le hicieron indiscutible con España en el Mundial de Oriente. Este verano la selección también espera, pero Diego no está entre los alumnos aventajados de Iñaki Sáez. A las puertas de comenzar la segunda vuelta de la Liga, el delantero sólo ha aportado tres goles en 16 partidos, aunque dos de ellos valieron sendos triunfos para el Deportivo en Sevilla y contra el Valencia. Casi con toda seguridad, Diego será titular mañana ante el conjunto cántabro, equipo al que sólo en una ocasión batió en Liga, un gol que se remonta a marzo del 2000 en Son Moix, cuando defendía la camiseta del Mallorca que perdió aquel partido víctima de los goles de Manjarín y Munitis. Mañana puede igualar o mejorar sus discretos números de hace un año, cuando anotó cuatro goles en las primeras 19 jornadas del campeoanto doméstico. Pero entonces, además de un Makaay que mereció la Bota de Oro al final de la temporada, Diego tuvo que luchar contra una lesión gestada en el Mundial y que vivió un proceso de recuperación demasiado irregular. Malos números De los tres delanteros del Deportivo, Tristán es el que más minutos necesita para anotar un gol, concretamente 229, el mismo delantero que hace tres años casi anotaba un tanto por encuentro. Su compañero Albert Luque marca, jugando de extremo, cada 217 minutos, y Pandiani, pese a su bajón de las últimas jornadas, cada 136. Diego comenzó el 2004 de una manera agridulce. Por un lado, celebró un gol propio el 3 de enero en Balaídos ante el Celta, el que cerraba la cuenta de la contundente victoria deportivista. Pero en el derbi gallego por excelencia tuvo que presenciar casi todo el partido desde el banquillo, mientras Pandiani salía de inicio, el mismo que había disfrutado de la titularidad en partidos tan atractivos como el del Camp Nou o ante el Valencia. Para colmo, Diego vio como, después de ser titular en el Bernabéu, Pandiani batía al Real Madrid seis segundos después de ocupar su lugar en el campo. En los tres goles de Tristán de esta temporada se dan varias coincidencias: todos han cerrado el marcador de su respectivo encuentro, los tres coinciden con victoria del Deportivo (el de Vigo, intranscendente), y en los tres Diego era suplente y jugó muy pocos minutos en cada choque: en Sevilla disputó 24 minutos, ante el Valencia doce y en Vigo solamente siete. Porque, junto a Munitis y Djalminha, Diego es el único jugador del Deportivo que esta temporada no ha disfrutado ningún partido completo, aunque ha participado en 16, y en ocho de ellos como titular. Su lista goleadora se completa con un gol en la Copa al Compostela, y tres al Mónaco, aunque sólo uno útil (dos de ellos cayeron en saco roto ante los ocho que el Dépor recibió en el estadio Luis II). Jabo le dio la responsabilidad ofensiva al principio de la campaña, pero el momento mágico de Pandiani le restó protagonismo y minutos. Meses después recuperó la titularidad durante dos partidos, pero ante el Mallorca el Dépor sumó una derrota sin goles y en el triunfo sobre la Real Djalminha fue el hombre decisivo. El cansancio acumulado de Walter le dio a Diego los últimos cuatro partidos de Liga del 2003 como titular, pero fue incapaz de anotar. Tras la suplencia en Vigo, mañana dispondrá de una enésima oportunidad para agarrarse a la titularidad con goles.