El Madrid «birla» al gallego Trashorras al Dépor y al Celta

F. Pastor REDACCIÓN

DEPORTES

29 ago 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Ni Dépor ni Celta se caracterizan por tener unas plantillas repletas de producto autóctono. Pero los hechos demuestran que no será porque no exista. El joven chairego afincado en A Coruña, Roberto Trashorras, deja un grande para ir a otro. Ayer fichó por el Real Madrid por dos temporadas. Sorprendente fichaje del mediapunta que en los últimos años ha vestido la camiseta del Barça y que se hizo futbolista bajo el techo de la Masía. Roberto llega al Madrid como una apuesta de Valdano. ¿Un nuevo hombre de ataque para lo que ya es un congreso de delanteros? Tiene sus matices esta historia. Roberto no tendrá ficha del primer equipo. Será inscrito en el filial, aunque está previsto que se ejercite con la primera plantilla. Esta temporada será una especie de test para el chairego, en la que deberá convencer a los técnicos merengues de que tiene futuro en la entidad. Tal y como acordaron ambas partes, el jugador no podrá ser cedido esta campaña. Sí en cambio en la siguiente. Insistencia La negociación se cerró definitivamente ayer en las oficinas del Santiago Bernabéu, con la firma del contrato. Antes, hubo largas conversaciones con el Barcelona para que concedieran, al igual que sucedió con el también gallego Nano, la carta de libertad. Finalmente, Txiki Beguiristain accedió a ello. Y fueron numerosos los clubes que intentaron su contratación, entre ellos el Celta, que hasta el último momento contactó con el representante del jugador. La oferta del Celta no convenció dado que parece ser que tenía la intención de ceder al futbolista este año. También hubo conversaciones con el Deportivo, pero la opción blanquiazul acabó siendo descartada por una aparente falta de pujanza. No sólo fueron estos clubes los que intentaron hacerse con los servicios de la perla gallega. Víctor Fernández también hizo una intentona de última hora para llevárselo al Betis e incluso el Villarreal, antes de obtener la cesión de Riquelme, llamó a su puerta. De Segunda, Lobo Carrasco, en el Tenerife, se pasó el verano marcando su número de teléfono. Al final, Valdano fue quien se llevó el gato al agua en lo que es una apuesta personal de él que, de salirle bien, daría de paso un duro golpe al máximo rival, el Fútbol Club Barcelona.