Más acoso, pero sin derribo

La Voz

DEPORTES

Vinokourov recortó tiempo sobre Armstrong y ya está a 18 segundos del líder. Ullrich entró junto al maillot amarillo en una etapa que fue para Gilberto Simoni.

20 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Jan Ullrich no está solo en su lucha contra el poder establecido, contra Lance Armstrong. El kazajo Alexandre Vinokourov ya contribuye al acoso y derribo de un líder cuya ventaja y autoridad se desangra segundo a segundo en las últimas etapas. En los Pirineos sus rivales le están asestando al norteamericano puñaladas, pequeñas, sí, pero impensables hace tan sólo una temporada. No está en esa lucha Gilberto Simoni, vencedor del Giro, aunque ayer le robó un triunfo parcial a Dufaux y Virenque que por lo menos recuerda su participación en la ronda gala. Pero el italiano se guarda la euforia: «Ganar una etapa es importante, pero yo venía a ganar el Tour». El ciclismo no permite concesiones ni a uno mismo. En la segunda jornada pirenaica, tres clásicos se convirtieron en los animadores. Simoni, Dufaux y Virenque, supervivientes de una escapada de diecisiete corredores que se formó de salida y en la que estuvo Beltrán, le otorgaron emoción extra a una jornada bastante táctica. De vigilancia más que de ataque, respetando esa rutina que dice que La selección a estas alturas de la carrera se hace sola, a ritmo. Los elegidos estuvieron agrupados durante gran parte del recorrido. Armstrong, Ullrich, Vinokourov, Haimar Zubeldia e Ivan Basso. Este último se ha ganado por derecho propio el estar junto a esos nombres y que ya está sexto en la general. El desarrollo de la etapa, que también podría aplicarse para Luz Ardiden, dejó a Armstrong y Ullrich sin equipo en el Peyresourde, donde el combate se convirtió en una cuestión personal, en un asunto de jefes de filas. Ahí atacó Mayo. Después Laiseka. Zubeldia lo intentó, pero a él ya no le dejan marcharse, porque ha demostrado que no malgasta sus ventajas en la contrarreloj. Finalmente, el que hizo daño fue Vinokourov, que había estado aguardando su momento. Signos de fortaleza Entre el pelotón, la fortaleza del kazajo no era noticia. Todos lo sospecheban y la general lo demostraba. Pero el corredor necesitaba rentabilizarla con un poquito más de tiempo a su favor. Y lo consiguió. Le sacó 43 segundos a Armstrong y a Ullrich, que se dedicaron a realizar un marcaje mutuo digno de la Liga italiana. Mayo entró con él y le arrebató la cuarta plaza al estadounidense Tyler Hamilton, que perdió más de siete minutos y medio con Simoni. Otro norteamericano, Lance Armstrong no acaba de desplomarse. Asegura que se siente bastante mejor, que su gran crisis ha pasado y se remonta a días anteriores, pero todos los indicios le anuncian que existe peligro inminente. Si el maillot amarillo consigue salir hoy con vida deportiva de Luz Ardiden, que puede convertirse en su Waterloo personal, y Ullrich no desfallece, se tendrá que jugar el Tour de Francia en el próximo sábado en una contrarreloj con el alemán, que ejerció de Miguel Indurain en la última crono.