El segundo periplo de Louis van Gaal en el Barcelona ha durado siete meses escasos, después de que hoy se haya anunciado oficialmente que el club barcelonista lo ha destituido de sus funciones, una situación que el ya ex técnico nunca antes había vivido.
28 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.El anuncio del adiós de Van Gaal lo ha hecho el propio técnico holandés en la primera de las cuatro conferencias informativas que han acontecido hoy en el Camp Nou para tratar el mismo asunto. Después del ex entrenador barcelonista, ha argumentado la posición del club el presidente, Joan Gaspart, el secretario técnico, Carles Rexach, quien se perfila como sustituto en el banquillo, y el capitán de la plantilla, Luis Enrique Martínez. Como si se tratase de un día cualquiera, Van Gaal llegó al vestuario (primero fue Rexach), aunque en esta ocasión, la sesión preparatoria la iba a dirigir el tercero de a bordo, Toño de la Cruz, quien mañana liderará el equipo técnico del Barca en un amistoso contra el Benfica. Posteriormente, el holandés esperó la llegada de sus jugadores y se despidió de ellos. Sólo le faltaba un último acto: su última comparecencia ante los medios. "Hemos decidido separarnos (él y Barcelona), después de llegar a un acuerdo", fueron las primera palabras de un Van Gaal que, igual que en el día de su presentación en mayo pasado, volvió a derramar lágrimas, aunque en esta ocasión sin ánimo rencoroso, como así precisó. Junto a Joan Gaspart y al director general de la entidad, Xavier Pérez Farguell, Van Gaal ofreció una imagen derrotista, por lo que denominó falta de concreción en las expectativas que se crearon con su regreso, pero con el firme convencimiento de que él era la persona adecuada para tirar hacia adelante el tercer proyecto deportivo del Barcelona en la era Gaspart. "Soy el responsable. La culpa es mía. En todos los procesos siempre hay culpables, pero yo soy el primero", subrayó Van Gaal, quien se apoyó en una vieja leyenda asentada en el club que ha servido para justificar derrotas y malos momentos, al atribuir una parte de la responsabilidad al famoso y manido 'entorno' que hace años puso de moda Johan Cruyff, para definir todo aquello que altera a la entidad catalana; desde la prensa a los directivos, pasando por los aficionados. En su intervención, Van Gaal se ha mostrado convencido de que él es la persona adecuada para dirigir al Barcelona, algo que ya le hizo saber a Gaspart en el vuelo procedente de Vigo. "Hablé en el avión con el presidente y le dije que seguía pensando que era el entrenador más adecuado para entrenar a este equipo". Van Gaal consideró que contó "en todo momento" con el apoyo de los jugadores y que no estaba dispuesto a abandonar su puesto. "Sin embargo, después evalué la situación y cambié de opinión. Hablé con Pérez Farguell y he decidido que nuestros caminos debían separarse por el bien de la entidad", comentó. "Pido al entorno, y especialmente a los medios de comunicación, que apoyen al próximo entrenador. Si no es así, el técnico que venga tendrá los mismos problemas", aventuró Van Gaal. El presidente del Barcelona, Joan Gaspart, dijo que volvería a fichar a Louis van Gaal. "No me arrepiento en absoluto. Creí que era bueno que volviera, pero desgraciadamente las circunstancias nos llevan a la situación en la que estamos", dijo. Gaspart ha vuelto a dejar claro que él no piensa dimitir porque cree que no puede abandonar la entidad en un situación tan delicada como la que soporta el Barca. "Como directivo del club, cuando era vicepresidente, viví once situaciones como ésta y estoy sentado aquí", señaló Gaspart, quien ha vuelto a designar el momento que vive la entidad como una crisis "deportiva". Una de las comparecencias más esperadas era conocer la respuesta que ofrecía el que se aventura como nuevo técnico, Carles Rexach, quien, sin duda, hizo más grande el enredo que vive la entidad, al posicionarse, por ahora, lejos de la dirección del equipo, después de que solicitase cuarenta y ocho horas de determinar su futuro. Rexach, que compareció en solitario ante los medios, después de la triple presencia anterior (Gaspart-Van Gaal-Pérez Farguell), no dudo en reconocer que él podría ser el técnico "con más garantías de que esto salga adelante", por el conocimiento que tiene del trabajo hecho por Van Gaal y de los jugadores, a la mayoría de los cuales entrenó la temporada pasada y a muchos de los cuales aconsejó fichar. El secretario técnico del Barcelona explicó que, al margen de su opción, el club ha mantenido contactos estos días con otros técnicos cuyos nombres ha publicado la prensa, a los que ha preguntado su predisposición y si consideran que podrían enderezar la situación con al actual plantilla. Lo que tiene claro Rexach es que no debe haber una solución provisional sólo para unos cuantos partidos. Rexach ha informado de que, además, la entidad tiene en cartera una serie de jugadores y alguno de ellos podría fichar por le entidad en las próximas horas. Finalmente, la última voz que se ha escuchado hoy en el Camp Nou ha sido la del capitán barcelonista Luis Enrique Martínez, ausente de las comparecencias informativas desde hace dos meses por voluntad propia. No obstante, en esta ocasión el capitán se ha visto abocado a representar a sus compañeros y ha efectuado uno de los discursos más contundentes de la matinal. "¡Qué más da quién sea el culpable! Lo más importante es arreglar la situación y buscar soluciones. No sería bueno que los futbolistas se inmiscuyan en esas cosas. Lo que debe hacer un futbolista es mejorar su rendimiento, y por cierto el nuestro es muy bajo", ha dicho el jugador asturiano. "Es una evidencia que el equipo no tiene el nivel deseable y eso es por nuestro demérito. Los resultados indican que el equipo no reacciona cuando ha tenido presión", ha añadido. Antes de que se concrete quién dirigirá al Barcelona desde el banquillo el próximo sábado contra el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, el conjunto catalán trabajará las próximas horas bajo la supervisión del técnico ayudante Toño de la Cruz, el entrenador de porteros Franz Hoek y el preparador físico Paco Seirullo, quienes ya se han hecho cargo hoy del equipo. Esta tripleta de auxiliares también estarán mañana en Lisboa en el amistoso que el Barcelona tiene programado contra el Benfica, partido al que asistirá Rexach, aunque, por ahora, como secretario técnico.