AQUELLAS SÍ ERAN EXCURSIONES

La Voz

DEPORTES

PUNTO DE MIRA Ir a Vigo con el Deportivo fue durante muchos años una fiesta del fútbol. Los aficionados coruñeses tenían lugares fijos en donde se completaban los autocares para emprender viaje, alrededor de las 6 ó 7 de la mañana, horario idóneo para llegar a Vigo sobre las 12. Ésto dependía en mayor medida de la duración de las paradas, en Santiago para tomar café, y en Pontevedra en donde se empezaba con las tazas. El ambiente era excelente.

19 abr 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Pasadas la 5 de la madrugada del esperado día, las primeras bombas de palenque rompían el silencio en clara señal de alegría por acudir con el Deportivo a Balaídos, viaje que se inciaba siempre bajo el signo esperanzador de la victoria; otro tanto sucedía cuando el Celta era el que se desplazaba a Riazor. Perdí la cuenta de las veces que acudí a los Celta-Deportivo, y siempre regresé pensando en volver a la temporada siguiente. Era una fiesta desde que se salía hasta el regreso. Y es que, amigos, aquellas sí que eran excursiones. VICENTE LEIRACHÁ es periodista