DEPORTIVO
26 mar 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Ni Palermo ni Craioveanu. El hombre a seguir el próximo sábado en Riazor responde al nombre de Víctor Manuel Fernández. Nació en Mérida, juega de delantero y hasta la llegada de Palermo era el fichaje estrella del sorprendente Villarreal. El Dépor estuvo interesado en incorporarlo el pasado verano, pero finalmente, 1.200 millones -«algo más», matiza él mismo- inclinaron la balanza del lado del club que preside Fernando Roig. Si Augusto César Lendoiro se hubiera rascado el bolsillo, quizá su equipo podría haberse ahorrado un par de goles y quizá una dolorosa derrota en la primera vuelta. Y es que Víctor es la bestia negra del Deportivo desde el regreso de éste a la Primera División. Siete goles ha marcado el delantero extremeño al conjunto coruñés -sólo uno menos que el uruguayo del Albaceta Zalazar- y casi todos decisivos. Los dos últimos, en la primera vuelta: Víctor revolucionó el partido, marcó los primeros goles de su equipo y participó en el tercero (3-2). Un mazazo. Siete días después, dos tantos suyos en el Camp Nou tumbaron al Barça. Internacional ante Croacia, el delantero del Villarreal no ha vuelto a ser convocado por José Antonio Camacho, «quizá -afirma con cierta sorna- porque no todos los fines de semana jugamos contra el Deportivo». Víctor ha memorizado cada uno de los siete tantos que ha marcado al Dépor. «No sé a qué se debe, pero es al equipo que más goles le hecho en Primera», señala, tras extrañarse de que otro jugador -Zalazar- le supere como verdugo del club coruñés. Tildado de intermitente en Valladolid, Víctor se ha asentado como un fijo en el Villarreal. Pese a la abundancia de delanteros -Palermo, Craioveanu, Marioni y Moisés-, sólo se ha perdido -por sanción- un partido, ha marcado ocho goles y ha sido sustituido ocho veces. «Estoy encantado, tenemos un buen equipo y ambición», afirma, a la vez que avisa al Dépor: «Fuera, sólo el Madrid ha sumado más puntos que nosostros».