Fumador empedernido y de verbo afilado, fue uno de los mayores expertos en «El Quijote»
27 abr 2024 . Actualizado a las 18:59 h.El académico de la Real Academia Española (RAE), historiador de la literatura y filólogo Francisco Rico ha muerto este sábado por la mañana a los 81 años en el Hospital de Barcelona, tras haber ingresado de urgencia hace diez días. Nacido en 1942 en Barcelona, Rico fue el gran divulgador del Quijote, y a la universal obra cervantina dedicó varios de sus libros. De hecho, fue el encargado de dirigir la más completa edición crítica del Quijote, publicada en el 2015 por la RAE con las aportaciones de un centenar de especialistas. E hizo su propia revisión sobre las andanzas del caballero de la triste figura, eliminando lo que se añadió en la imprenta y que Cervantes nunca escribió. El 2 de mayo del 2016, formó parte de la delegación académica que entregó los dos volúmenes al papa Francisco en el Vaticano.
A Rico, catedrático de Literaturas Hispánicas Medievales en la Universidad Autónoma de Barcelona, se deben también abundantes estudios con especial influencia en la renovación de los métodos de la historiografía literaria y en el conocimiento de materias como las letras en la Edad Media, los orígenes de la literatura española, Petrarca y el humanismo europeo.
Pero la debilidad del «último caballero andante», como lo han llegado a definir, fue siempre El Quijote. «Es un libro muy divertido, entretenidísimo y muy sencillo», decía en todas las entrevistas, aunque en alguna llegó a comentar que ya no leía el Quijote porque se lo sabía. Rico contaba que uno de sus pasajes favoritos era cuando don Quijote, en los capítulos finales, regresa a la aldea y escucha a unos niños decir «ya no la verás más» refiriéndose a una liebre, pero el caballero andante cree que se refieren a su Dulcinea, y se pone muy melancólico.
De verbo afilado y fumador empedernido, Rico protagonizó curiosas polémicas, como aquella del año 2011 en la que ridiculizaba la ley del tabaco y decía que él no fumaba cuando lo hacía «como una chimenea». Años más tarde, en el 2016, se enzarzó en otro duelo dialéctico, esta vez con su compañero en la RAE Arturo Pérez-Reverte. Se convirtió, además, en uno personaje literario en varias novelas de Javier Marías, gran amigo de los dos académicos.
Rico, que en el 2015 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes que otorga el Gobierno, fue elegido académico de la RAE el 13 de marzo de 1986 y tomó posesión el 4 de junio de 1987 con el discurso titulado Lázaro de Tormes y el lugar de la novela. Le respondió, en nombre de la corporación, Fernando Lázaro Carreter. En la RAE se encargó de dirigir la colección Biblioteca Clásica, que incluye, entre sus 111 títulos, las obras completas de Miguel de Cervantes.
En septiembre del 2013 recibió el Premio Alfonso Reyes en el Colegio de México (Colmex) y en el 2016 fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Bolonia (Italia). Tenía, además, el Premio De Sanctis por su ensayo I venerdì del Petrarca (Los viernes de Petrarca), dedicado al poeta y humanista italiano, y en marzo de 2022 publicó Lección y herencia de Elio Antonio de Nebrija.