Harvard retira el encuardenado de un libro realizado con piel humana: «La biblioteca lo ponía a disposición de cualquiera»

La Voz REDACCIÓN

CULTURA

Un peatón camina por Harvard Yard, en el campus de la universidad
Un peatón camina por Harvard Yard, en el campus de la universidad CJ GUNTHER | EFE

El ejemplar, que llegó a la institución en la década de los 30, ha sido objeto de debates y críticas. La universidad reconoce su mal uso y busca darle una sepultura digna a los restos, extraídos del cuerpo de una mujer anónima que murió en un psiquiátrico

01 abr 2024 . Actualizado a las 20:11 h.

La Universidad de Harvard ha decidido retirar la cubierta de uno de sus más famosos ejemplares tras años de debates y críticas. Una obra que llamaba la atención no por su contenido, sino por el tejido con el que estaba encuadernada: la piel humana. 

El libro en cuestión es Des destinées de l'âme -Los destinos del alma-, una publicación de 1880 de  Arsène Houssaye y que lleva en la Biblioteca Houghton de la institución académica estadounidense desde los años 30. «Tras un cuidadoso estudio, la participación de las partes interesadas y mucha consideración, la Biblioteca de Harvard y el Comité de Devolución de Colecciones del Museo de Harvard concluyeron que los restos humanos utilizados en la encuadernación del libro ya no deben estar en las colecciones de la Biblioteca de Harvard, debido a la naturaleza éticamente tensa de los orígenes del libro y la historia posterior», declaró la universidad en un comunicado que recoge The New York Times.

El primer propietario de este ejemplar fue Ludovic Bouland (1839-1933). El médico y bibliófilo francés fue quien encuadernó el libro tomando la piel de una mujer desconocida que había muerto en un psiquiátrico. «Encuadernó el libro con piel que tomó sin consentimiento del cuerpo de una paciente fallecida en un hospital donde trabajaba», explica la universidad en la web de su biblioteca.

Bouland, insertó además entre sus páginas una nota manuscrita que decía que «un libro sobre el alma humana merecía tener una cubierta humana». Un escrito en el que se explicaba cómo se preparaba la piel para una encuadernación. 

Posteriormente, ya en 1934, la publicación llegó a Harvard a través del diplomático estadounidense. «El libro ha estado en las colecciones de la Biblioteca de Harvard desde 1934, inicialmente depositado por John B. Stetson, Jr. (1884-1952), diplomático, hombre de negocios y ex alumno de Harvard (AB 1906) estadounidense, y más tarde mediante donación de su viuda Ruby F. Stetson a la biblioteca Houghton en 1954», explica Harvard.

Mal uso

Ese ejemplar de Des destinées de l'âme ha sido incluso usado en las novatadas a los nuevos estudiantes. La institución ha reconocido su mal uso y ha pedido disculpas. La obra ha estado además a disposición de cualquier solicitante.«En el curso de su revisión, la biblioteca observó varias formas en las que sus prácticas de gestión no cumplieron con el nivel de estándares éticos que suscribe. Hasta hace relativamente poco, la biblioteca ponía el libro a disposición de cualquiera que lo solicitara, independientemente del motivo por el que deseaba consultarlo», dice Harvard en su escrito.

La retirada de este libro llega después de una campaña liderada por Paul Needham, un destacado académico, que llegó a liderar un grupo que pedía que se retirase el encuadernado del ejemplar y que los restos de la mujer recibiesen la sepultura adecuada. El pasado mayo, este académico dirigió una carta abierta al presidente interino de Harvard en el que asegura que el libro «se había manejado de manera brutal de forma regular, como un elemento de exhibición sensacionalista que llama la atención».

«Me parece que viola todo concepto concebible de tratar a los seres humanos con respeto», dijo Needham en una entrevista tras el anuncio recogida por The New York Times. Optar por desencuadernar el libro y darle un destino respetuoso, añadió, fue la «decisión correcta».

«La Biblioteca está ahora en el proceso de realizar investigaciones biográficas y de procedencia adicionales sobre el libro, Bouland y la paciente anónima, además de consultar con las autoridades correspondientes de la Universidad y de Francia para determinar una disposición final respetuosa de estos restos humanos», dice la institución académica estadounidense.