Creado para la exitosa serie americana, ahora es reclamado en el escenario
16 abr 2023 . Actualizado a las 11:23 h.Apareció como la serie protagonizada por la nieta de Elvis Presley, Riley Keough. Y se consolidó como la historia de una banda ficticia con un disco tremendo. Justo cuando el rock ve que otros géneros le quitan su puesto preeminente dentro de la música popular, va un grupo fantasma y se convierte en un referente. Ha ocurrido gracias a los diez capítulos de Todos quieren a Daisy Jones, la serie americana que se puede ver en Amazon Prime y que se ha convertido en uno de los fenómenos de la temporada.
Inspirada en la novela homónima que Taylor Jenkins Reid lanzó en 2019, la serie relata la creación, auge y caída de una banda de rock a lo largo de la década de los setenta. Todo un cóctel de melodías sedosas, egos golpeándose entre sí, excesos químicos, tensiones sexuales y éxito desbordante. En el espejo se encuentra Fleetwood Mac y, concretamente, Stevie Nicks y Lindsey Buckingham, integrantes de la banda que protagonizaron una tormentosa historia de amor imposible. Se proyecta ahora en la protagonizada en la serie por Riley Keough (Daisy Jones) y Sam Claflin (Billy Dune).
Ellos no solo interpretan a los personajes, sino que sus voces son las originales de las canciones que se pueden escuchar. Todas ellas son inéditas pero buscan el tipo de sonido y desarrollos melódicos de Fleetwood Mac. Once conforman el disco Daisy Jones & The Six que, dándole realismo a la idea del combo roquero, salió el mercado como un álbum al uso. Primero con los sencillos Regret Me y Look At Us Now (Honeycomb), editado el 15 de febrero. Después, con el elepé homónimo Daisy Jones & The Six.
Curiosamente, pese a tratarse de un ejercicio de estilo limitado a su función retrospectiva, el disco ha llamado la atención entre muchos melómanos por la calidad de su cancionero. Temas como Aurora o los citados Look At Us Now (Honeycomb) y Regret Me se comparten en las redes sociales como una paradoja de los tiempos, cuando no asomándose como la distopía del rock. Si en 2021 Måneskin y su pastiche glam-rock vencía en un escenario tan poco roquero como Eurovisión, ahora surge una formación que no existe como tal para darle brío a golpe de nostalgia. El álbum ocupa un lugar especial en el escaparate de novedades de quienes buscan guitarras eléctricas en la era en la que los jóvenes se sirven de un micro y un ordenador para expresarse.
Detrás de ello se encuentra el productor Blake Mills junto a los artistas Phoebe Bridgers, Marcus Mumford, Jackson Brown y Taylor Goldsmith. Respaldados por un amplio elenco de músicos de sesión, se encargaron de dar forma a este repertorio. Pero además de introducir las voces de Riley Keough y Sam Claflin en las canciones, los otros actores de la serie tuvieron que aprender a tocar los instrumentos para grabar las escenas y que parecieran reales. El supervisor musical de esta, Frankie Pine, lo explicaba en la web Insider: «Tuvimos tantos meses de campamento de la banda que en realidad estaban tocando las canciones. No era como si estuvieran simplemente imitando o algo por el estilo. Todos los instrumentos estaban encendidos, todo se tocaba en voz alta».
Por ello, además de una segunda parte, cabe la posibilidad de que la banda salga de la pantalla y ofrezca un concierto de verdad en cualquier momento. En una entrevista en Deadline, el guionista Scott Neustadter daba esperanzas a los fans: «Si podemos encontrar un momento en el que todos estén juntos, creo que les encantaría hacerlo. Será difícil encontrar e adecuado, pero espero que sí porque sería genial».