«Seguir allí, escuchando a través de la puerta hasta que se hizo el silencio», nuevo libro de Manuel Janeiro, pura música

CULTURA

El escritor Manuel Janeiro (Madrid, 1951). A la izquierda, portada de su nuevo libro.
El escritor Manuel Janeiro (Madrid, 1951). A la izquierda, portada de su nuevo libro.

No es poesía, tampoco autobiografía, ni novela, ni mucho menos un ensayo; sin embargo, cómo decirlo, es todo a la vez

28 ene 2023 . Actualizado a las 20:31 h.

Hay libros que no merecen su suerte: la invisibilidad. Su desaparición entre las novedades literarias. No merecen la desatención ni el silencio. He leído hace meses uno de esos libros que apenas aparece en parte alguna: Seguir allí, escuchando a través de la puerta hasta que se hizo el silencio. Lo escribió Manuel Janeiro y lo publicó Transforma. Es un proyecto editorial propio. Un modo de vehiculizar su obra sin tener que discutir con nadie. Tiempos difíciles para la independencia. Lo he dicho muchas veces: este país puede perdonarlo todo menos el libre albedrío intelectual. Es preciso militar en esta tribu, o la otra, y no moverte. El pensamiento es evolución, cambio e intercambio de opiniones, tolerancia. Nada más lejos de la realidad. Aquí te etiquetan, te desprecian y luego te eliminan (la tribu no consiente disidencias). Puedes escribir una obra maestra y ya solo la posteridad (ese lugar en que nunca estamos) podrá hacerte caso. Dejo la elucubración y voy a Seguir allí. Cuando se leen muchos libros, en ocasiones demasiados, llegamos a un punto en que pocos textos sorprenden. Por eso uno se dedica más a releer que a leer. Lo he hecho con esta obra de 278 páginas. Ninguna tiene desperdicio. Es difícil escribir una obra tan redonda. No es poesía, tampoco autobiografía, ni novela, ni mucho menos un ensayo. Sin embargo, cómo decirlo, es todo a la vez. Cualquier profano podrá decir que es una obra sincera. Pero eso no es una virtud literaria. Y visceral, tampoco esto tiene nada que ver con la literatura. O una indagación en los interiores del ser humano. El libro se llena de humor y sensibilidad, de ternura y piel rota. Ninguna de estas cualidades es suficiente. Lo realmente sorprendente es que está escrito con la delicadeza con que ya no se escribe. Con notas sobre el pentagrama de cada página. Esas notas son las palabras, sus metáforas, la sabiduría que exuda como un manantial de luces. Es pura música. Y la literatura es música o no es nada. Hay libros que no merecen la invisibilidad. Este es uno de ellos.