«Esto es fantástico y lo que le diría a la gente es que se venga a rodar más aquí»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

CULTURA

Los actores Sergi López, Marta Nieto y Abelo Valis conversan con el productor Mario Real
Los actores Sergi López, Marta Nieto y Abelo Valis conversan con el productor Mario Real Santi M. Amil

El director Jaime Chávarri y su equipo desvelan cómo es el rodaje de una película en Ourense

23 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El equipo de la película La manzana de oro ha reconvertido el Pazo de Bentraces, en el municipio ourensano de Barbadás, en el escenario para el rodaje de lo nuevo del cineasta Jaime Chávarri, que llevaba desde el 2004, cuando rodó Camarón, sin dirigir un proyecto de ficción. «La vuelta ha sido diferente. Técnicamente hay muchas más facilidades y los propios técnicos son increíbles, pero las condiciones en las que se mueve el cine español no son las óptimas y eso repercute en nuestro trabajo», afirma el director. «Aunque personalmente lo estoy viviendo como siempre, entre cabreos infinitos y momentos muy divertidos. Sé que tengo el privilegio de trabajar en lo que me gusta», añade. Chávarri está al frente del largometraje, en el que adapta la obra Ávidas pretensiones, del escritor Fernando Aramburu. Ya es público que Sergi López, Marta Nieto, Adrián Lastra, Elena Seijo o Joaquín Climent son parte del elenco que protagoniza la pieza. También se sabe que el argumento de la cinta, que es una comedia negra, gira en torno a un congreso de poetas en el que se entrega un premio literario que se llama La manzana de oro. Pero hay muchas partes del proceso de producción de una película que el público desconoce, que repercuten directamente en el lugar en el que se graba y también en el resultado final de la propia pieza. Mario Real, productor, Carlos Amoedo, director de producción, y Antonio Pereira, director de arte, conocen bien el proceso. Ellos son los andamios que sostienen el filme, junto a un equipo que completan unas sesenta y cinco personas.

Jaime Chávarri, en un momento del rodaje en exteriores en Ourense
Jaime Chávarri, en un momento del rodaje en exteriores en Ourense

El detonante de una película es un guion. Esa es la línea de salida. En este caso el punto de partida fue el libro de Fernando Aramburu. A partir de ahí, hacen falta un director y un guionista que adapte la novela al lenguaje cinematográfico. Fue este último, José Ángel Esteban, el que propuso al director Jaime Chávarri para dirigir el proyecto. «Se leyó el libro y le entusiasmó», confiesa el productor, Mario Real. «Fue algo muy motivador porque Jaime no había vuelto al cine desde Camarón y no porque no tuviese proyectos sobre la mesa sino porque no se había encontrado con algo que le motivase de verdad», continúa. Después de un año de trabajo conjunto, se terminó el guion de la película. «A partir de ahí empieza el desarrollo del proyecto que es tener un presupuesto y buscar la financiación», comenta Real. «Es un proceso largo y lento en el que estás caminando por un alambre y te puedes caer», añade. El detonante fue la confirmación de que RTVE financiaría parte de la película. Pero había que seguir buscando y ahí es donde apareció la Diputación de Ourense. «La realidad es que en el cine siempre se rueda donde hay dinero y la verdad es que la colaboración de la institución provincial ha sido fundamental», admite el productor. Pero no es definitivo. Todo tiene que encajar para que sea posible rodar en un lugar o en otro, y en Ourense lo facilitó todo la llegada del AVE, que permite que tanto el equipo técnico como el artístico puedan estar en la ciudad en dos horas. «Esta película, con un plantel artístico tan grande, sería inviable hacerla sin el AVE, porque nos da muchísima versatilidad», apunta Carlos Amoedo.

Una vez escogido el escenario, el siguiente paso era conseguir el espacio perfecto para rodar. Un localizador —la persona de producción que se encarga de buscar ubicaciones— encontró el Pazo de Bentraces y se lo propuso a Chávarri. «Tanto el interior como el exterior encajaban para hacer la película. Cuando Jaime visitó el lugar, le convenció y a partir de ahí, ya sí que empieza la puesta en marcha y el rodaje en sí mismo», continúa Real. «La verdad es que estábamos muy abiertos a un lugar que nos diese todas las posibilidades que necesitábamos para rodar esta película. A mí siempre me gustó mucho Galicia. Me tentaba grabar en Ourense y en cuanto vimos el Pazo de Bentraces, ya no lo dudamos. Esto es fantástico y lo que le diría a la gente es que se venga a rodar más aquí», admite Chávarri. La visita del cineasta a Barbadás ya fue con el director de arte, Antonio Pereira. «Mi trabajo es adecuar los espacios y el entorno a las necesidades del guion», admite. Él crea en Ourense el lugar que Fernando Aramburu se inventó en su novela.

El productor, Mario Real; el director de arte, Antonio Pereira; y el director de producción, Carlos Amoedo, de «La manzana de oro»
El productor, Mario Real; el director de arte, Antonio Pereira; y el director de producción, Carlos Amoedo, de «La manzana de oro» Miguel Villar

El rodaje supone una inversión de un millón de euros en Galicia

«La película tiene una inversión de más de un millón de euros en Galicia», afirma el productor. Desde el principio, tanto él como su coproductor, Xosé Zapata, dieron la pauta clara de tratar de hacerla con el mayor número de profesionales gallegos. Esa premisa la recogió Carlos Amoedo, el director de producción, cuya labor es ponerle precio a cada parte del proceso. Es quien divide los recursos y quien empuja el proyecto. «Hago el diseño técnico de la película, es decir, a mí me dan un guion y yo lo desgloso y lo presupuesto», dice. «La figura que yo represento entra muy pronto en el proceso. Lo primero es pensar qué profesionales vamos a necesitar y ahí también intervengo», añade. Una vez seleccionados el director de arte, la figurinista, el director de sonido y demás eslabones de la cadena, tocó hablar del equipo artístico, donde también primó poner en valor el talento gallego. La manzana de oro tiene un elenco natural de Galicia compuesto por Mela Casal, Celso Bugallo, Elena Seijo, Isa Garrido, Abelo Valis y David Perdomo. Pero no se queda ahí, porque los sesenta intérpretes de figuración, esas personas que salen en el filme aunque no tengan texto, también son de Galicia, mayoritariamente ourensanos. «Galicia tiene unos actores y unos técnicos fantásticos», apunta Jaime Chávarri.