La pinacoteca que visita a su público

CULTURA

Talleres y charlas. Alrededor de la exposición «Vestir épocas. 1860-1960. La colección Ana González-Moro» [abierta hasta el 4 de abril], la Asociación de Amigos del Museo de Belas Artes da Coruña promovió diversas actividades, como talleres y charlas
Talleres y charlas. Alrededor de la exposición «Vestir épocas. 1860-1960. La colección Ana González-Moro» [abierta hasta el 4 de abril], la Asociación de Amigos del Museo de Belas Artes da Coruña promovió diversas actividades, como talleres y charlas Cabalar | efe

Premio nacional de excelencia al plan de inclusión que impulsa la Asociación de Amigos del Museo de Belas Artes da Coruña

22 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Si no pueden venir al museo, nosotros se lo llevamos». Este fue el planteamiento de la Asociación de Amigos del Museo de Belas Artes da Coruña. Así nació, con el respaldo de la propia pinacoteca, su iniciativa Un museo en movimiento. «Es un proyecto educativo iniciado en el 2017 e incluido en el programa Cultura accesible e inclusiva, patrocinado por la Fundación Emalcsa en colaboración con diversas entidades y empresas», explica Pedro Vasco, presidente del citado colectivo. La idea busca «la reducción de desigualdades en el acceso a los servicios culturales y que las ciudades sean más inclusivas», subraya.

La Federación Española de Amigos de los Museos y la Fundación Aon han otorgado su galardón nacional -el premio Excelencia ODS (Objetivos de desarrollo sostenible)- a la entidad gallega por dicho proyecto, del que elogian que hace posible «acercar a la vida cultural a personas con diversidad funcional o en riesgo de exclusión que tienen dificultad para desplazarse a los museos».

Vasco detalla que cada año las actividades se desarrollan en torno a un tema. Así, arrancaron con «las dedicadas al género del paisaje» y le siguieron las texturas plásticas y visuales de las obras de arte, la figura de Luis Seoane y (en el 2020) el vínculo entre el arte y la moda. «Bajo el título Belas Artes se pone de moda, la experiencia se dedicó a la moda a través del arte, con motivo de la exposición Vestir épocas. 1860-1960. La colección Ana González-Moro [abierta hasta el 4 de abril]. Todos los talleres y charlas se impartieron por videoconferencia, se editaron vídeos y un cuaderno didáctico que se repartió entre los participantes y al final de la experiencia se exhibieron todos los trabajos en el museo», relata.

En ejercicios anteriores, lo que hacía la asociación de amigos era «trasladar» el museo a distintos espacios: residencias de ancianos, centros de día, agrupaciones de diversidad intelectual y funcional o colectivos en riesgo de exclusión. «Para llevar a cabo esta visita -explica Vasco-, un equipo interdisciplinar, integrado por tres personas seleccionadas por la asociación, el Museo de Belas Artes y APEM [Asociación pro Enfermos Mentales], es el encargado de elaborar los contenidos y materiales educativos, así como de diseñar los talleres, para hacer de la visita virtual al museo una experiencia dinámica e interactiva». A dicho grupo se unió hace dos años «una beneficiaria del programa Activa T promovido por Afaco [Asociación de familiares de enfermos de alzhéimer y otras demencias afines]». Y es que el proyecto incide también en la integración laboral, «cambiando así su rol de personas que reciben ayuda a personas que la ofrecen».

De esta manera han llegado en estos años a «unas 800 personas, distribuidas en 54 grupos procedentes de 18 centros de la tercera edad y nueve asociaciones y organizaciones que trabajan con colectivos con discapacidad intelectual, trastorno mental grave y otras especificidades».

Pedro Vasco, reelegido

Poco antes de la concesión de este reconocimiento nacional, Pedro Vasco (A Coruña, 1956) había sido reelegido, por aclamación, para continuar en el cargo. Considera prioritario consolidar proyectos como Identidades, dirigido a «la inclusión social a través de las artes plásticas». En el 2020, su tercera edición, contó con la participación de Ecodesarrollo Gaia, oenegé de apoyo al inmigrante; Cruz Roja, a través de su programa Mujeres en situación de vulnerabilidad; el Hogar de Santa Lucía, que acoge a mujeres maltratadas; y Juan Soñador.

Además, van a continuar teniendo a los artistas locales y residentes «como una referencia de muchas de las actividades». En esta línea, siguen trabajando con el fin de ser «una plataforma para este colectivo». Y, por encima de todo, establecen «una prioridad bien clara y definida, apoyar y potenciar el museo, que es uno de los mejores de Galicia, y ser el nexo de unión entre el museo y la sociedad», concluye Vasco.

Vinculados al legado de Luis Seoane

Luis Seoane no Museo de Belas Artes da Coruña. O legado de Maruxa Seoane. Esta exposición pudo verse durante más de un año, hasta finales del pasado septiembre, y el contenido de la misma está vinculado con la Asociación de Amigos del Museo de Belas Artes. Y es que fue a esta entidad a la que en 1993 Maruxa Seoane cedía el legado de su marido, Luis Seoane. La condición era que las más de 200 obras deberían permanecer inseparables y vinculadas a dicho museo. Al año siguiente, el Concello da Coruña creó la Fundación Seoane y su viuda recuperó la mayor parte del legado para destinarlo a esta nueva entidad, si bien la asociación de amigos recibiría más de un centenar de obras, entre grabados, óleos y libros, que pasarían al museo, además de contar con un puesto entre los trece integrantes del patronado de la Fundación Seoane.