Sofía Oriana Infante: «Hay que dar libertad al compositor sin encasillarlo en ningún campo»

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

La compositora compostelana Sofía Oriana Infante, en su lugar de trabajo en su casa de Ferrol
La compositora compostelana Sofía Oriana Infante, en su lugar de trabajo en su casa de Ferrol césar toimil

La creadora compostelana estrena obra este jueves con la Real Filharmonía y «Carne», un cortometraje que lleva su música, busca el Óscar

14 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La compositora Sofía Oriana Infante (Santiago, 1989) no para. En la noche de este jueves, la Real Filharmonía de Galicia estrenará su obra Gratulantes en el Auditorio de Galicia en Santiago (20.30 horas). Es la segunda composición que la orquesta le encarga tras In memoriam, que sonó por primera vez en octubre del 2019. En esta ocasión, está ligada al año santo y tiene como inspiración una pieza del Códice Calixtino, Gratulantes celebremus festum. De esta pieza, la autora destaca que «desarrolla el material a lo largo de una estructura reiterante, similar a un rondó, en un único movimiento». Pero sus proyectos van mucho más allá de la música clásica. La autora de la banda sonora de Elisa y Marcela, filme de Isabel Coixet, está muy ilusionada con un cortometraje al que compuso la música: Carne, multipremiado en festivales de todo el mundo y que ahora busca un hueco en los Óscar. Su productora es la ferrolana Chelo Loureiro.

-¿Qué supone esta segunda llamada de la Filharmonía? ¿Es un reto todavía mayor?

-Siempre es un reto. El hecho de que te llamen por segunda vez supongo que implica que quedaron contentos. Entonces, que quieran repetir es para mí un orgullo absoluto. Nunca pretendo bajar la guardia ni acomodarme. La intención de hacer el mejor trabajo posible está ahí.

-«In memoriam» estaba dedicada a sus padres fallecidos y esta vez toma como referencia el Códice Calixtino. ¿Por qué?

-La Filharmonía me sugirió que me basara en algo relacionado con el Xacobeo o en una música tradicional, entre otras fuentes. Elegí el tema del año santo y me pareció muy interesante trabajar con una de las piezas del Códice que habla sobre la celebración de la llegada del apóstol Santiago.

-¿Buscó marcar diferencias con «In memoriam» o hay interconexión entre ellas?

-El concepto es distinto, pero lo que es la técnica, el estilo y el resultado sonoro son similares. Están en la misma línea compositiva.

-¿Tuvo más peticiones de orquestas? ¿Sigue con el cine?

-La más próxima es una obra para la Sinfónica de Galicia en su versión de orquesta de cámara. Se estrenará este año. También sigo con el campo audiovisual. Por eso estoy a tope. Estamos ahora con el cortometraje Carne, de Camila Kater, una directora brasileña que lleva unos sesenta premios en festivales de todo el mundo. El New York Times lo compartió para que sea valorado para la nominación a los Óscar. Estamos todos muy contentos. Que mi música se escuche en un enlace que publica el New York Times me parece increíble. Además, creo que el corto tiene muchas posibilidades de estar nominado a los Óscar. Ahora también estoy trabajando con unos chicos de Madrid, Néstor López y Óscar Romero, en otro corto que se titula Alina.

-Por lo tanto, sigue sin ponerse límites a la hora de componer. ¿El desafío es extender su música a distintos ámbitos creativos?

-Totalmente. Están las obras con las orquestas más académicas de Galicia, los cortos, y además estoy con unos temas con [la cantante] Irene Caruncho, como To find the shadow, grabado por el proyecto ferrolano Aquí Non Pasa Nada. Es decir, estoy con canciones pop-rock -si se quiere llamar así, porque mezcla estilos-, lo audiovisual y lo más clásico.

-En la música, ¿hay cada vez menos fronteras entre estilos?

-Yo, cero encasillamientos en lo que tenga que ver con la música. Hago todo lo que me gusta, sin ningún tipo de fronteras ni límites. Que haya compositores que se dediquen al pop y a lo clásico, por ejemplo, no es lo más común. Pero ya ha llegado el momento de que no haya que encuadrar al compositor en ningún campo y de darle libertad absoluta para que se dedique a lo que quiera sin ese tipo de encasillamientos ni de prejuicios, porque también pesan algunos prejuicios.