«Martin Eden»: El marino que perdió la gracia del mar

eduardo galán blanco

CULTURA

Pietro Marcello toma el libro de Jack London para construir una película hermosa sobre el desclasamiento y la autotraición

23 dic 2020 . Actualizado a las 08:45 h.

Jack London, contrabandista, buscador de oro, boxeador y, sobre todo, marino antes de convertirse en «escritor natural», trazó una suerte de autobiografía con Martin Eden. De alguna manera, muchas de las obras del autor de La llamada de la selva fueron producto de sus experiencias aventureras, desde El lobo de mar hasta Colmillo blanco, aunque Martin Eden es un ejemplo especial, la crónica de un hombre inculto, un hombre de acción de arrebatada vitalidad y sed de vida, pero fascinado por la cultura que no tiene y por la belleza de la creación. Tanto London como su alter ego Martin llegarán a ser escritores de fama, bien pagados, pero consumidos por un fuego interior autodestructivo.

El casi novel director italiano Pietro Marcello traslada la historia original de California a Nápoles y desde los primeros años del siglo XX hasta unas décadas después, inscribiéndola en épocas de fuerte confrontación social y de reivindicación de la clase obrera. De la acción a la palabra, el marinero Martin -maquinista- se enamora de una joven burguesa que desde el minuto uno de su encuentro le ofrece a Baudelaire y le toca Bach al piano. Y, en ese momento arrebatado, el protagonista le dice a la chica: «Quiero ser como tú».

La película es una tensa historia sobre el desclasamiento y, especialmente, sobre la autotraición y contiene hermosas reflexiones alrededor de la dificultad de vivir según un código de conducta moral. El filme se abre con Eden confesándose ante un magnetófono: «El mundo es más fuerte que yo».

La interpretación de Luca Marinelli -una fuerza de la naturaleza-, como el primer Gerard Depardieu, tiene presencia, intuición, magnetismo real, a lo Robert Mitchum, a lo Brando. Esta encarnación le ha valido muchos premios al actor, bien secundado por un reparto que se entrega a la réplica del protagonista, igual que satélites de una constelación. Inolvidables resultan la venerable institución Carlo Cecchi -como el valedor de Eden- y la conmovedora matrona -que da cobijo al escritor cuando aún es un paria-, encarnada por Carmen Pommella.

La realización es igualmente hermosa, con adecuadas utilizaciones de imágenes de archivo viradas a sepia que harán enrojecer a los nuevos cuentistas de esa falacia llamada found footage. Para ser felices, lo único que nos sobra es la peligrosa tendencia del director hacia el nihilismo reaccionario. Lástima.

«MARTIN EDEN»

Italia-Francia, 2019.

Director: Pietro Marcello.

Intérpretes: Luca Marinelli, Jessica Cressy, Carlo Cecchi, Denise Sardisco, Marco Leonardi, Carmen Pommella, Vincenzo Neomolato, Autilia Ranieri, Elisabetta Valgoi.

Drama.

129 minutos.