Baumbach firma una pequeña gran película, de guion y diálogos brillantes, apoyada sobre un reparto interpretativo que debería aspirar al Óscar
26 may 2022 . Actualizado a las 19:01 h.Entramos a una minúscula sala para espectadores enterados -a la que llamamos, cariñosamente, el búnker-, cargados de prejuicios. Esperábamos un cruce posmoderno de Secretos de un matrimonio con Kramer contra Kramer, pensado para explicarles los tormentos de la pareja a los millennials. Y nos encontramos una maravillosa comedia dramática, agridulce y honrada.
De Noah Baumbach conocemos toda su filmografía e incluso hemos comentado algunas de sus películas en este periódico -es el caso de Mistress América, Margot y la boda o Una historia de Brooklyn- y lo que nos propone siempre es un valor seguro. Son historias, de poso autobiográfico, sobre las relaciones de pareja, las llamadas familias disfuncionales y la búsqueda de la identidad. Algo así como Woody Allen, Bergman, Eric Rohmer y la vida cotidiana.
Baumbach consigue aquí su mejor película, hecha alrededor de la relación y divorcio con la actriz Jennifer Jason Leigh y aderezada con la experiencia juvenil vivida durante la separación de sus padres, dos célebres críticos de cine del Village Voice y de Variety.
La película está llena de ternura y comprensión hacia sus personajes, un director teatral de vanguardia y una actriz a la que la sombra de su marido ha mantenido siempre en un segundo plano. El guion y los diálogos brillan, iluminados por la inteligencia, la sensibilidad y un agudo sentido de la observación. Y la puesta en escena es maestra, con largos planos secuencia, acudiendo a los close up para tocar, sin pudor, el alma de los actores. Pues las encarnaciones son mayúsculas. Scarlett Johansson -tras un largo interludio de heroína de acción proteica, Viuda Negra de Los Vengadores o robótica entelequia de Under the Skin, Ghost in the Shell o Lucy- regresa a los papeles que la hicieron icono del cine verdad: Lost in Traslation o Ghost World. Y Adam Driver -inolvidable en Paterson de Jim Jarmusch- desborda su desastroso artista inarticulado. Los secundarios son también una joya: los dos abogados depredadores de Ray Liotta y Laura Dern, el leguleyo, humano y gorrión, que interpreta un gran Alan Alda, o la hermana y la madre de la protagonista que bordan Merrit Wever y Julie Hagerty. De aquí saldrán unas cuantas nominaciones al Óscar. En fin, pequeña gran película, imprescindible.
«HISTORIA DE UN MATRIMONIO»
[«MARRIAGE STORY»]
EE.UU., 2019.
Director: Noah Baumbach.
Intérpretes: Scarlett Johansson, Adam Driver, Laura Dern, Ray Liotta, Alan Alda.
Comedia dramática.
135 minutos.