La definitiva entrega de Millennium arranca con el asesinato de un mendigo en el barrio de Södermalm, donde residía Larsson y en que también vive Lagercrantz, para entretejer escándalos políticos y enigmas en las más altas esferas del poder y desentrañar la oscura historia de Lisbeth Salander, uno de los personajes más inquietantes y potentes del noir contemporáneo.
En su despedida, Salander está preparada para la batalla final contra su malvada hermana Camilla, aunque esta vez «se liberará del daño y el dolor de toda una vida», según sus editores. Ha dejado Estocolmo (por Moscú), cambiado de peinado y renunciado a los piercings para acercarse a su objetivo. Podría pasar por una ejecutiva más, aunque oculte una pistola bajo la americana, no renuncia a sus habilidades como hacker, disimula sus tatuajes y carga con las cicatrices que prueba que se trata de una superviviente.