El histórico Milladoiro, que celebra 40 años de trayectoria, encabeza un cartel que redondean Proxecto Nordés y grupos tradicionales
06 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Habrá estrenos, pero también repetidores. Se juntarán la juventud de los chavales con la veteranía de un grupo consagrado como es Milladoiro. Mañana Carballo será testigo nuevamente de la gran fiesta de los gaiteiros que, «unidos polo mesmo son», desfilarán por las calles de la localidad en el marco del Festifolk, que ha concitado por cuarto año consecutivo al Concello de Carballo, La Voz de Galicia y el grupo Conservas Calvo.
Maruxía de Laxe, Farrapos de Neaño, Arume de Caión, Xaramiños do Corpiño (Muxía), O Son do Castro (Cabana) y la Banda de Gaitas de Carballo son las agrupaciones encargadas (aunque la participación a título individual está también abierta) de poner música al cielo carballés en una jornada que comenzará pasadas las ocho y media de la tarde con la actuación de Proxecto Nordés, una formación nacida en la Escola de Música de Cee.
Partiendo de nombres como Kepa Junquera, Xavier Díaz, Radio Cos o Carlos Núñez como referentes, siete chavales de entre 15 y 17 años darán el pistoletazo de salida al festival incorporando repertorio vocal e instrumental, comandados siempre por el acordeonista Fernando Fraga, director además de la Escola Municipal de Música de Cee. «A música tradicional é un estilo que sempre gusta e engancha aos mozos», decía hace unos días a La Voz. Y no solo tiran de repertorio gallego, sino que también aceptan influencias de las tradiciones inglesa e irlandesa. «Aos rapaces fíxolles moita ilusión cando nos chamaron para asistir», admite el ceense, aunque ya habían probado el sabor del Festifolk el año anterior. Eso sí, como meros espectadores del espectacular concierto con el que la banda folk Capercaillie deleitó a los aficionados carballeses.
Una media hora durará la intervención de Proxecto Nordés, pues para las nueve de la tarde está prevista la salida de los grupos en su recorrido por las calles de Carballo. Abrirá el pasarrúas la banda de gaitas municipal y, cubriendo de música buena parte del casco urbano, retornarán al filo de las diez de la noche a la praza do Concello, justo antes de que se entregue el premio al gaiteiro del Festifolk. A más de uno se le pondrá la piel de gallina al ver desfilar a las agrupaciones con la tradición y el saber popular por bandera. «A gaita é o noso instrumento, o que facía bailar aos nosos avós cando non había orquestras, cando tampouco había radios. Supoño que iso é algo que nos quedou dentro e que logo nos fai ter ese sentimento cara a gaita», decía el director de la banda, Suso Moreira, en referencia a la conexión que siente el público con el instrumento.
Posteriormente, el galardonado de la noche dará inicio a la pieza que tradicionalmente interpretan todos los músicos al unísono, la Marcha do Antigo Reino de Galicia. «Cando soa esta peza emociónome. Ponme os pelos de punta», dice Beatriz Búa, del grupo Xaramiños do Corpiño. Un espectáculo para ver, y para escuchar.
Y será a las diez y media de la noche cuando llegue el plato fuerte del cartel. Si el año pasado esta posición era ostentada por Capercaillie, en esta edición corre a cargo de una histórica banda, que celebra cuatro decenios de trayectoria sobre los escenarios con excelente salud. Comandado por Xosé Ferreirós, Milladoiro, a partir de las diez y media, pondrá el broche final a la velada. Llegan con la premisa de hacer un espectáculo para todos. Aunque el grupo nunca abandonó del todo la actividad en directo, sí es cierto que el disco que este año presentan supone el primer álbum de estudio en diez años. Atlántico promete.
«A gaita aos galegos ata nos acompaña á tumba» dice Fernando Mato, de O Son do Castro, y razón no le falta. «Sentimento», «paixón», «emoción».