«El libro y la hermandad»

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Murdoch vuelca su brillantez intelectual y su erudición filosófica simplemente en construir una narración poderosa en la que todo encaje

03 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Publicada en 1987, El libro y la hermandad fue finalista del premio Booker y aún hoy -recién llegada al castellano- esta obra de la gran escritora irlandesa Iris Murdoch (Dublín, 1919-Oxford, 1999) sigue sorprendiendo por su profundidad, su inteligencia, su imaginación, su conocimiento humano y su dimensión moral. La prosa sólidamente trenzada, sin zarandajas, ajena a los debates estéticos y políticos más candentes, refractaria a los vanguardismos, reconforta al lector que busca solazarse en un relato rico y complejo que exceda, sin trucos, su propia capacidad y sus límites. Murdoch vuelca su brillantez intelectual y su erudición filosófica simplemente en construir una narración poderosa en la que todo encaje, en que sus criaturas resulten perfectamente creíbles y rebosen esa coherente humanidad siempre tan llena de fantasmas, deudas, contradicciones y dolores. El texto reluce soberbio, con su carácter coral, con sus magníficos diálogos, con esa levedad característica del tono de comedia que disfraza tan lozanamente la sabiduría desbordante de Murdoch. La amistad, el pasado, la generosidad, los estragos del tiempo, los sentimientos, las renuncias conforman el material sensible que anida en la seductora y sutil trama de El libro y la hermandad. Excelente.