El éxito bendice el filme de Daranas, que hace un retrato crítico de la realidad social de la isla
12 mar 2014 . Actualizado a las 18:30 h.Hace apenas un mes que se exhibe Conducta en los abarrotados cines habaneros y una copia pirata pasa democráticamente de ordenador a ordenador. La crítica, casi unánime, no vacila en calificarla como el suceso audiovisual del año, y más: «Un filme que hará época, que marcará un hito en la historia de la cinematografía cubana». Y es que nuevamente Ernesto Daranas logra conmover, reflexionar y convencer con una historia llena de verdad, que hurga profundamente en la sociedad cubana del siglo XXI.
Conducta cuenta la historia de Chala -un niño en un entorno marginal que vive solo con su madre adicta y entrena perros de pelea para buscar un sustento económico- y su especial relación con Carmela, su veterana maestra de sexto grado. La pérdida de valores, los conflictos éticos, la drogadicción, el poder, la violencia y la emigración interna y al exterior son algunos de los temas reflejados con acierto en la cinta. «Tras un cuarto de siglo de crisis, los cambios que finalmente están teniendo lugar en nuestra sociedad y economía no han logrado el impacto esperado en nuestros sectores más humildes», dice Daranas, que explica sus intenciones: «La mirada se centra en esos riesgos a los que la niñez está expuesta, incluido el modo en que las condiciones sociales y económicas afectan a la familia y a la escuela».
El cineasta defiende el papel central regenerador de la educación: «En estos y otros temas abundan discursos y consignas que son emplazados por lo que vivimos a diario. La maestra Carmela pone a un lado esta retórica en su afán de hacer de su aula un espacio diferente». El realismo que logra en parte se debe a que Carmela no es solo un personaje del celuloide, sino que existe y trabaja aún en una escuela de La Habana Vieja. Maestra del hijo menor de Daranas, ha tenido muchos Chala en su clase y se ha visto obligada a afrontar situaciones como las ahora reproducidas. Por su parte, ninguno de los niños protagonistas había actuado antes y varios de ellos enfrentan en su vida diaria problemas muy similares a los que recrea la película, por lo que aportaron al rodaje sus propias vivencias.
Galicia
Galicia ha estado presente en la obra de Daranas en varios documentales por los que obtuvo en el 2005 la Medalla Castelao, junto al resto del equipo. Entre ellos destaca Los últimos gaiteiros de La Habana, acreedor del Premio Internacional de Periodismo Rey de España y de otros reconocimientos. «Me gustaría que Conducta llegara a Galicia, un lugar entrañable para nosotros», confiesa Daranas a La Voz de Galicia. «A través de los documentales dimos a conocer Galicia en Cuba y ahora -insiste- quisiera que conocieran allá mi visión del lugar donde vivo».