«Yo no sé cantar sin emoción»

PACHO RODRÍGUEZ

CULTURA

Regresa con una nueva interpretación magistral en «Un ramo de rosas»

04 nov 2011 . Actualizado a las 12:05 h.

Lo primero es un juego de palabras: para ver a Luz hay que llegar al contraluz. Hay que recorrer un alargado salón vacío que culmina en un sofá, dos sillones y una mesa, al lado de un ventanal, todo en el Hotel Palace de Madrid. Allí recibe estos días Luz Casal. Uno camina hacia a ella pensando más en llegar que en estrategias de seducción informativa... Porque aquella chica de Boimorto que quería cantar, que en Asturias tenía un grupo llamado Los Fannys, ahora es la gran diva del pop español. Y presenta Un ramo de rosas (EMI), su nuevo trabajo, en el que versiona clásicos como Gracias a la vida, Amado mío o 18 años, y también grandes éxitos de su carrera como Un año de amor. Con la calidad que la caracteriza y bañada en clasicismo, este disco seguro que será fuente de escucha para las futuras recuperaciones de estos temas. Se ve que está satisfecha del disco, pero también de una carrera en la que ha llegado a lo más grande. Y si no, que pregunten en Francia...

-Cuando usted era alguien más militante en el mundo del rock, ¿qué le sugerían estas canciones que ahora interpreta en «Un ramo de rosas»?

-Algo parecido a lo que siento ahora, porque yo siempre he dado esas dos medidas. La más roquera y la que canta canciones lentas, baladas, que te permiten utilizar otros registros. Además, son canciones que tienen una temática, como el amor, lo perdido, etcétera, que necesitan un tratamiento musical diferente y que hemos querido remarcar en este disco.

-Uno tiene la sensación de hacer algo grande cuando se mete de lleno en un repertorio así. ¿A usted eso le ha ocurrido?

-La primera vez que me ocurrió algo parecido y tuve una sensación como la que dices, fue grabando Piensa en mí. Ahí noté que estaba haciendo algo poderoso. Sentí que había una oportunidad de hacer algo así y el deseo de desarrollarlo.

-Afrontar unas canciones como estas, sin artificios o golpes de efecto, duetos o demás. Ese es el riesgo, ¿no?

-Claro, la que quería arriesgarme era yo. Con los músicos y conmigo, con los arreglos, con la grabación, con todos, ir nosotros a esa época. El resto es lo que está ahí ahora en el disco. Yo no sé cantar sin emoción.

-Lo consigue. Al escuchar sus discos da la sensación de que está ahí, al lado, cantando?

-Pues si consigo ese propósito me siento satisfecha. Es difícil pero yo canto pensando que hay un espectador, esté donde esté, en la primera o en la última fila, y que tengo que llegarle. Tú grabas, por ejemplo, en el estudio de Peter Gabriel y ves que es todo muy bonito, se le ve a él por ahí, unas vistas y paisajes tremendos? Pero eso se queda ahí. Tú tienes que grabar pensando en que alguien lo va a escuchar y que tienes que emocionarlo, tocarlo.

-Escuchándole hablar así, ¿siente, en todos estos años, que forma parte del gremio musical con alguna militancia?

-Siempre he ido por libre. Claro está que admiro y soy amiga de mucha gente, como El Bicho, Vega, Manolo García? Y a otros les llamaría de todo? Pero no me lo preguntes. Eso solo se tiene que decir si sale.

-¿Cómo ve lo de la SGAE?

-Lo veo como un horror. En el gremio de los músicos, como en todos los sitios, hay mucha mezcla de gente, de todos los tipos, unos buenos y otros malos.

-Este año ha tenido una buena gira por Galicia. ¿Qué sensaciones tuvo al cantar ante su gente?

-Muchas y muy bonitas. Porque tuve cerca al público y a los amigos. Y fueron conciertos en los que había mucha energía. Lo notaba antes, durante y después del concierto. Me llamaban para comentarme cosas del día anterior. Tengo que enumerar todos los sitios porque no me quiero dejar ninguno. Narón, A Coruña, Santiago, Vigo, Lugo y Pontevedra. En cada uno pasó algo diferente y bonito.

-Los artistas de fuera dicen que Galicia es un lugar mágico para cantar. ¿Usted qué opina?

-Yo creo que puede ser mágico, claro. Creo en el poder terapéutico de las canciones. Y, si eso se mezcla con lugares que tengan tanta magia como ocurre con Galicia, puede hacerle mucho bien a las personas. A mí me sirvió.

-¿Cómo se encuentra ahora?

-Estupendamente. Estoy muy bien.

-¿Qué le gustaría que pasara con este nuevo disco?

-Me gustaría que, como el título, cada canción fuera una rosa, que tuviera ese valor por sí misma y en conjunto.