«Hay gente que conoce el clarinete por Woody Allen»

Rodri García A CORUÑA/LA VOZ.

CULTURA

11 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Está en el mismo hotel de A Coruña. Ayer bajaba en el ascensor en el que lo hizo Woody Allen aquella noche del 3 de enero del 2008 para asistir al Palacio de la Ópera a dar el único concierto que ofreció en Galicia. En afabilidad no le va a la zaga al cineasta y el hecho de ser el único español que forma parte de una de las orquestas sinfónicas más importantes del mundo lo despacha con la misma parsimonia que haría el mismísimo Allen: «Hice varias pruebas, porque para entrar es como una oposición, solo que en lugar de aprenderte artículos de la Constitución o leyes tienes que interpretar las obras que te pide el jurado; ni me lo imaginaba cuando me dijeron que había sido admitido». Esto recordaba en la tarde de ayer Pascual Martínez Forteza (Palma de Mallorca, 1972), clarinetista de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, el único español que ha formado parte de esta en toda la historia de la formación. Acerca de su instrumento, el músico se muestra convencido de que «hay gente que conocer el clarinete por Woody Allen».

-¿Nueva York es una meca para los músicos?

-Es meca de todo, es una ciudad que atrae y hay muy buenas escuelas de música, pero también de danza o de teatro.

-¿Por qué se fue allí?

-Me fui a estudiar en 1996, con la idea de estar allí dos años y luego volver. He tenido la suerte de entrar en una de las grandes orquestas del mundo.

-A Galicia viene con un grupo de cámara, ¿es lo habitual?

-Siempre hacemos una temporada de música de cámara; es fundamental para cualquier orquesta que los músicos trabajen en grupos pequeños. Intentamos hacerlo lo más posible, porque no es lo mismo tocar con cien músicos a tu alrededor que con cuatro: es más personal, una forma distinta de colaborar con los compañeros.

-¿Cuántos forman la Filarmónica de Nueva York?

-En estos momentos somos 106 músicos. Por cierto, actuó en Santiago en el 2001, justo antes de que entrara yo. Muchos todavía se acuerdan, porque se lo pasaron muy bien.

-Y el único español es usted.

-Sí, me gustaría que hubiera más, pero para los jóvenes españoles es complicado ir allí a hacer audiciones, entre otras cosas porque los billetes de avión suelen ser muy caros.

-¿Las orquestas gallegas, la Sinfónica o la Filharmonía, son conocidas en Nueva York?

-La Sinfónica se conoce porque, sobre todo al principio, había muchos músicos norteamericanos; por ejemplo, todo el metal era americano. También se conocía la de Tenerife porque estaba allí Víctor Pablo Pérez.

-¿Es la primera vez que esta formación de cámara actúa en Galicia?

-Sí, tenemos pocas oportunidades de venir a España porque hacemos más de doscientos conciertos al año...

-¿Cuántos?

-Pues 190 son los de temporada y luego siempre pasamos de los 200. Es casi un concierto cada tres días; por eso en vacaciones procuramos descansar. Este año descansaremos después de estos conciertos de A Coruña y Santiago y otro que ofreceremos en Mallorca. Yo ya había estado muchas veces, pero los otros cuatro músicos, que además son jóvenes, es la primera vez que tocarán aquí, en Galicia.

-¿Por qué motivo eligió el clarinete?

-Era la forma natural de aprender música y sobre todo porque mi padre también es clarinetista y con ocho o nueve años ya me dejó empezar a tocar uno que tenía para mí. Fue una cosa muy natural, no me produjo ningún trauma infantil [entre risas].

-Después de Galicia, se va a su tierra, a Mallorca.

-Sí, damos allí un concierto y luego nos tomaremos unos días de descanso.