Afonso Eiré presenta la reedición de «Amigos sempre», una historia de abusos en un seminario

A. Díaz Romano REDACCIÓN/LA VOZ.

CULTURA

03 ago 2010 . Actualizado a las 02:36 h.

Después de la primera edición, publicada en 1998, vuelve a salir a la venta Amigos sempre, la novela de Afonso Eiré que narra la represión y los abusos que se vivían dentro de un seminario de Lugo a finales de los años sesenta. «En el libro cuento la particular forma pedagógica, la represión lingüística y contra los valores culturales de Galicia y la represión que sufrían los seminaristas víctimas de abusos sexuales», afirma el autor de la obra.

Los casos de abusos a menores son un tema de actualidad y ocupan las páginas de los diarios, aunque en Galicia no se conocen estos sucesos. «Aquí no se da toda esa polémica, ya que la estructura familiar tiene mucha importancia; todo el mundo se conoce y si a alguien le pasó algo en aquellos años la gente quiere olvidarlo», afirma. Eiré también explica que todo lo que narra la novela hay que verlo como memoria histórica, «como la historia de una generación que se va de la aldea para estudiar en seminarios y poder hacer carrera universitaria».

Es una novela en la que Afonso Eiré narra lo que vivió y lo que le contaron sus compañeros, lo que sufrió y lo que imaginaba que estaba ocurriendo entre las paredes de aquel seminario lucense. «Muchas de las cosas que cuento son lo que vi, tengo la experiencia de hablar mucho con seminaristas de mi curso, de los que entramos en el año 66, y muchas anécdotas que yo pensaba que eran de mi invención me di cuenta de que realmente sí habían ocurrido», apunta Eiré. El autor también cuenta cómo lo echaron muy pronto del seminario y, por suerte, no quedó traumatizado, porque «hay otros que no quieren ni recordarlo».

Críticas de la Iglesia

Las críticas ante la publicación de la obra no tardaron en llegar y la Iglesia fue la primera en reaccionar. «Es muy sabia y en vez de hacer denuncias públicas lo silenció, se sentían aludidos y, aunque intentaron demandarme, el obispo se negó a ello. Yo tenía muy buena relación con el obispo Fray José. Sin embargo, no quiero ni oír hablar de los superiores del seminario», explica Eiré. Fueron los propios sacerdotes ajenos a los seminarios los que animaron a Eiré a publicar este libro: «Sacerdotes como Francisco Carballo lo leyeron antes de sacarlo a la venta y me comentaron que en algunos aspectos incluso me quedaba corto».

El autor confiesa que, a pesar de todo lo que vivió entre las paredes de ese seminario, guarda muy buena relación con muchos sacerdotes y los considera grandes amigos. «Incluso soy amigo del único sacerdote que salió de mi curso, el único de 1953».

Las muertes y las tragedias son el broche final para una historia de amistad y de abusos en la que se crea un paralelismo entre lo que ocurría dentro de los seminarios y la vida cotidiana en las aldeas. «Es un libro para todo el mundo, todo mi entorno y amigos lo tienen, aunque muchos son incapaces de leerlo. Se lo recomiendo incluso a los seminaristas que puedan recordar lo que vivieron. Digo esto porque se dio un caso en el que un compañero seminarista comenzó a leerlo y tuvo que dejarlo a la mitad porque se le agolparon todas las vivencias dentro de aquellas paredes. A uno de ellos incluso le afectó más y tuvo que ingresar por ello en un psiquiátrico durante un tiempo», concluye Eiré.