Galicia reafirmó en el 2009 su papel clave en el pop «indie» nacional

CULTURA

Al bum de los festivales lo acompaña una gran generación de grupos «maqueteros» a punto de debutar en disco

02 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Calidad para minorías. Ese puede ser el eslogan que resume la producción del pop y el rock gallegos durante el 2009. Lejos de contar con unos Amaral, Pereza o El Canto del Loco -lo más cercano a ello, Deluxe, ha permanecido inédito este año-, el paisaje musical gallego posee un puñado de grupos que se mueven en las pequeñas discográficas, el circuito de salas y las elogiosas reseñas de la prensa especializada. Es decir, mucho prestigio, pero escaso alcance y repercusión.

Sirva como ejemplo una de las primeras sorpresas del año, el elepé de debut de los vigueses Indómitos. Editado solo en vinilo por el modesto sello coruñés El Beasto, ha logrado los piropos de revistas especializadas como Rockdelux, Mondo Sonoro o Ruta 66. Todas ellas cayeron rendidas a su sonido oscuro y minimalista, que remite a bandas como Parálisis Permanente, Pixies, The Fall o The Cramps. Pese a llamar la atención en lugares tan recónditos como Escocia (allí giraron el pasado verano), sus conciertos en Galicia no superaron el centenar de personas.

Otro que despertó grandes críticas ha sido el cantautor indie Emilio José. Componente de los ourensanos Apeiron (autores en el 2002 el excepcional Todo sigue intacto), ha sorprendido este verano con el doble cedé Chorando apréndese, una excitante mezcolanza de estilos en los que se dan la mano la bossa-nova, el rap y el pop. Íntegramente cantado en gallego, muchas de sus letras presentan una ácida visión de una Galicia absorbida por las grandes urbes y donde la aldeas se quedan como un elemento folclórico al margen.

Por último, dentro de la tripleta de grandes discos gallegos del 2009, es de obligada mención Abraham Boba. Este año vio la luz su segundo trabajo, La Educación, un tratado de pop orquestado que bebe del sonido de Leonard Cohen y Scott Walker y que presenta una hondura emocional y unos acabados nada comunes en el pop nacional.

Movimiento en Santiago

Dos bandas compostelanas movieron ficha este año. Por un lado, The Homens grabó un Cuarta potencia que continúa su línea de pop guitarrero. Sus vecinos, Novedades Carminha, sacaron su debut, Te vas con cualquiera, una muestra de punk-pop en la línea de los primeros Siniestro Total.

También hubo producción en los pontevedreses Igloo, quienes, tras cambiar la formación, alumbraron La transición de fase, que los acerca a grupos como La Habitación Roja o Maga. Y los ex Júpiter Moon, Linda Guilala, un dúo surgido entre Buenos Aires y Vigo, lanzaron Bucles infinitos, un álbum con un pie en el pop de la nueva ola.

Además del primer disco en solitario de Silvia Superstar, en los últimos días del año, también ha visto la luz Chan y Eng, el tercer disco de Lovely Luna, el proyecto paralelo de Xoel López (Deluxe) y Félix Arias.

Junto a todos estos lanzamientos, muchas bandas gallegas se han apuntado a las autoediciones. Grupos como Kimuru o 6PM se han convertido en editores de sus propios trabajos. Ya en terreno maquetero, existe una gran generación con bandas como Franc3s, Noise Project, The o Telephone Rouges, que se han colado en las semifinales del concurso de demos del Festival de Benicasim.

Mirando ya al 2010, los primeros en pasar por el estudio serán Nadadora, que se pondrán a los mandos de Fino Oyonarte (productor del Super 8 de Los Planetas) para grabar su tercer trabajo. También se espera que The Blows den la continuación a Upskirts. Pero, sin duda, el más esperado será el de Triángulo de Amor Bizarro. Su discográfica ya lo ha anunciado.

Al margen de la fortaleza de la producción, se debe hacer mención a los festivales. Eventos como Vangardas Sonoras, Sin Sal, Voces Femeninas, Festival do Norte o Lolapop han demostrado este año contar con un amplio público que los sigue respaldando.