El interés de la Pessoa por Sada es «el mismo que la semana pasada»

SADA

El Ayuntamiento explicará hoy a las entidades locales la situación del hotel

20 may 2015 . Actualizado a las 16:10 h.

La decisión del lunes de la corporación sadense de dejar sobre la mesa la compra del hotel Sada Marina por parte del Ayuntamiento parecía dejar en tiempo muerto el futuro del hotel hasta que hoy se produjese la subasta del edificio, que lleva dos años y medio sin actividad y tiene a su concesionaria inmersa en un proceso concursal, pero el gobierno local se ha apresurado a maniobrar para retomar la iniciativa de la operación, mientras que la Universidad Fernando Pessoa de Oporto ha despejado los temores de que el acuerdo del pleno, adoptado con los votos de la oposición, la hiciese desistir de su interés en abrir una sede en Sada.

«Seguimos pensando en Sada como el lugar ideal», declaró ayer el representante de la institución lusa en esta operación, Sergio Quintairos, quien explicó que el interés de la Pessoa es «el mismo que la semana pasada». El obstáculo más inmediato lo constituye la subasta que el juzgado de lo Mercantil que lleva el proceso concursal celebrará esta mañana y que, en las dos ocasiones anteriores en que se convocó, resultó desierta.

Pase lo que pase, todas las dudas tiene intención de despejarlas esta misma tarde el gobierno local, ya que ha convocado a los distintos sectores socioeconómicos de la sociedad sadense y a representantes de las asociaciones a una reunión con el alcalde, Ernesto Anido; el presidente de la Diputación, Diego Calvo; y el asesor jurídico de la institución provincial para explicar la situación en la que quedará el hotel.

En el caso de que el edificio siga libre, las condiciones que exige la Pessoa para implantar su proyecto docente en Sada pasan por que se apruebe el cambio de uso del inmueble -ahora exclusivamente hotelero-, que se haga una oferta pública para su explotación y que todo el proceso se realice «con luz y taquígrafos», precisó Quintairos.

El representante de la universidad portuguesa reconoce el malestar que han creado las declaraciones que apuntan hacia un trato de favor hacia la institución, pero también es consciente de que, pese al enfrentamiento político generado, «el pueblo de Sada quiere ahí una universidad».