Belén Debén: «Los tatuajes de cejas se han disparado por las mascarillas»

Loreto Silvoso
loreto silvoso A CORUÑA / LA VOZ

ELLAS

Belén Debén, propietaria de la tienda de cosmética orgánica Ladebén en A Coruña
Belén Debén, propietaria de la tienda de cosmética orgánica Ladebén en A Coruña EDUARDO PEREZ

«Viene mucha gente mayor con acné. Es el llamado 'maskné', causado por la mascarilla», avisa

28 mar 2021 . Actualizado a las 09:57 h.

A falta de sonrisa, buenas son miradas. El uso prolongado de la mascarilla ha hecho que ojos, cejas y pestañas cobren protagonismo entre los retoques estéticos de moda. Lo confirma Belén Debén (A Coruña, 1968), propietaria de una tienda de cosmética orgánica en la calle de la Torre.

-¿Se nota el efecto de la mascarilla entre su clientela?

-Sí que lo noto. Ahora hay clientes que llegan con mucho acné, porque la piel no respira. Debido a la mascarilla, nos demandan mucha limpieza facial, porque el poro está taponado.

-¿Es el clásico acné juvenil o es otra cosa?

-Antes eran adolescentes los que venían con ese problema y ahora es la gente mayor. Es el maskné, causado por las mascarillas. Son personas que vienen con eccemas o con granitos, porque la piel se engrasa más.

-¿La mirada ha cobrado un mayor protagonismo?

-Sí, es una pasada. Los tatuajes de cejas se han disparado por las mascarillas. Yo colaboro con Vanesa Leao, que es muy buena y muy conocida aquí.

-¿En qué consiste?

-Primero se define el diseño de la ceja en función del ojo y después se hace el microblading, que es como un tatuaje en la parte más superficial de la piel.

-¿Dónde quedó la micropigmentación?

-Eso es lo que se hacía antes y era mucho más agresivo. Ahora se utiliza esta técnica, que queda muchísimo más natural. Vas pelito a pelito. El microblading está muy de moda para potenciar el ojo, porque ahora la mirada es lo que más vemos.

-Se nos ha metido ceja y ceja.

-Bueno, la ceja es una parte muy importante del ojo, pero también el lifting y el tinte de pestañas. Eso también lo estamos haciendo mucho. Se trata de que levantas la pestaña.

-¿Cómo ha sido este año?

-Ha sido raro. Cuando empezó el confinamiento había mucha incertidumbre, pero volvimos a abrir en mayo y muy bien, la verdad. De repente, la gente salía a la calle y tenía ganas de cuidarse.

-Menos mal para su sector.

-No me puedo quejar. La gente cada vez se cuida más, eso es evidente. Este es un sector muy demandado.

-¿Por todo tipo de clientes?

-Sí, sí, tanto por chicos como por chicas y de todas las edades. A nosotros nos ha ido bien.

-¿Y comparado con otros años?

-En Navidad hubo un bajón respecto al año anterior, pero, febreros, los hubo peores. Nos vamos manteniendo; por eso seguimos.

-Mantener la distancia en una cabina de estética se arroja difícil.

-Cuando hay un repunte, sí que notas que la gente tiene miedo. A lo mejor tienes una reserva en cabina y te la anulan, pero es normal. Aún así, vamos resistiendo.

-Los tratamientos continúan.

-Sí, la gente se sigue haciendo tratamientos y manicuras.

-¿Qué tiene más salida?

-En cabina, depende de la época, pero nosotros hacemos muchísimas manicuras. Un montón. La gente, con las manicuras, se vuelve loca.

-¿Le piden las uñas de Rosalía?

-Por ahora no me las han pedido. Lo nuestro es la manicura orgánica y muy natural, pero hacemos las de gel, las uñas a colores y con algún dibujito, también.

-Toca prepararse para el verano.

-Sí, ahora es la época de las higienes faciales, que estamos haciendo muchas, y también del Indiba, tanto facial como corporal. Es la radiofrecuencia más potente que hay en este momento.

-¿Es muy cambiante la estética?

-Sí, este sector está continuamente cambiando y renovándose. Todo el rato salen novedades y tienes que adaptarte. Además, el público sabe mucho de esto y te demanda cosas nuevas.

Emprendedora: «Esto no tiene más secreto que meterle horas, hacer las cosas con cariño y rodearte de buenos profesionales», sostiene Belén Debén. 

Su momento favorito del día es: «Me encanta cuando me levanto por la mañana y me pongo a desayunar con calma y leyendo el periódico», manifiesta.

«Decidí crear una tienda de cosmética cuando a mi hija le diagnosticaron una dermatitis atópica»

Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Barcelona... Tras varios años viviendo en otros países y dedicada al mundo textil, un hecho singular a nivel personal dio un vuelco a los planes vitales de la coruñesa Belén Debén.

-¿Cómo montó el negocio?

-Decidí crear una tienda de cosmética cuando a mi hija le diagnosticaron una dermatitis atópica. Aunque a mí siempre me gustó el tema, ahí fue cuando empecé a investigar y, poco a poco, me fui metiendo en este mundo, que me apasiona.

-Pues... apellidándose Debén, pensé que le habría dado antes por la panadería.

-A mí me gustaban más otros sectores, que son por los que me fui, como ahora la cosmética. El próximo mes de abril se cumplen tres años desde que abrí la tienda.

-¿Cuál es el secreto? ¿Es atreverse a empezar?

-Hay que meterle muchas horas. Esto no tiene más secreto que eso: meterle horas, hacer las cosas con cariño y rodearte de buenos profesionales.

-Por esto tienen fama su manicurista, la del ‘microblading’...

-Yo intento siempre rodearme de buenos profesionales. Tengo una manicurista solo para manicura, otra que maneja el Indiba, otra para microblading...

-Y abrió la tienda cuando la calle de la Torre empezaba a despegar. En eso fue algo visionaria.

-Ya había algún local montado, pero sí, fue cuando empezaba a despegar. La verdad es que me encanta la zona, que está en auge. Tengo una clientela muy fiel y un público encantador.

-¿Y lo del aparcamiento...?

-Eso los clientes me lo dicen mucho, que lo malo es dónde aparcar. La mayoría acaba haciéndolo en el Papagayo. Aunque viene mucha gente del propio barrio, tengo clientes de fuera.