Las armas de la batalla del peaje de Arteixo

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

ARTEIXO

PACO RODRÍGUEZ

Los detractores del canon, que pagan cada día 10.000 usuarios, apelan a la posición estratégica, el potencial económico, el puerto exterior y el coste de otro vial. Fomento y concesionaria se resisten

10 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Además de por Inditex, Arteixo comienza a asomar como escenario mediático gracias al polémico peaje de Pastoriza. Hace una semana, muchas cámaras se hacían eco de la caravana kilométrica organizada por el alcalde, Carlos Calvelo, un hombre que en solo cinco años de política ha dinamitado cualquier aspiración a medrar dentro de su propio partido precisamente por reivindicaciones como la de Langosteira. Las relaciones entre cargos del mismo partido son tan tensas que incluso el Ministerio de Fomento abrió el vial de Langosteira a hurtadillas del alcalde. ¿Por qué remover ahora los rescoldos de la eliminación del peaje?

El escenario

Un núcleo gordiano de la economía gallega

 Arteixo es uno de los principales focos industriales y económicos del norte de Galicia. Inditex y otras firmas punteras de varios sectores han dinamizado este municipio de poco más de 30.000 censados, y frontera con la ciudad de A Coruña. Y las previsiones son de incesante crecimiento alrededor de un triángulo con tres vértices estratégicos: el polígono de Sabón, el polígono de Morás y el puerto exterior. Toda esa «demografía laboral» es un goloso atractivo para la concesionaria de la autopista, la verdadera beneficiada que ve como silenciosa observadora los cruces entre gestores políticos sobre el peaje que se niega a levantar.

La historia

Una vieja reivindicación

 Las actuales contorsiones mediáticas de Carlos Calvelo para pedir la gratuidad de la AG-55 hasta Arteixo es una batalla más de una guerra con mucha historia. Basta ver el programa electoral, por ejemplo, del PSdeG-PSOE de Carballo para las elecciones municipales de 1995, en las que prometía luchar para eliminar para siempre el peaje de Carballo. Pero el vigor posterior de los partidos se diluía, igual que los que políticos elegidos en las corporaciones del área metropolitana de A Coruña, especialistas en desempolvar ingeniosos proyectos sobre el tren de cercanías a medida que se desempolvaban las urnas (para luego recular por la sorprendente falta de financiación).

La ocasión

El «ahora o nunca» de Calvelo

El alcalde de Arteixo insiste en que esta vez es diferente. Porque hay capacidad para negociar con la concesionaria. Ni más ni menos que 40 millones de euros, el precio del enlace que falta por construir entre el vial de Langosteira y la tercera ronda. De ahí la insistencia de Calvelo para reunirse con la ministra de Fomento, Ana Pastor, y con la Xunta. Su plan es girar esos 40 millones a los bolsillos de Audasa para que esta elimine el peaje de Arteixo en lugar de construir la nueva carretera. Se da además la casualidad de que un camión que salga del puerto exterior rumbo a la tercera ronda recorrerá prácticamente la mista distancia (la diferencia es de 100 metros) yendo por la actual AG-55 o por el tramo aún sin construir.

La estrategia

Audasa dispara sus «posibles beneficios»

 Cualquier concesionaria de autopista negocia sobre previsiones de conductores que pasan por sus tramos antes de levantar un peaje. Esa estimación es lo que posteriormente pagarán las administraciones bajo el término de «peaje en sombra». Respecto al tramo de Pastoriza, Fomento, reticente a la eliminación del peaje, ha multiplicado casi por tres el coste estimado del peaje en sombra en solo nueve años. Así, en el 2007, cuando la economía aún bailaba ajena a la crisis, el pago a la concesionaria por el paso de vehículos se tasaba en 21 millones. En cambio, para este año en el que la economía aún se lame las heridas, Fomento calcula que el paso de vehículos por este peaje suponen 61 millones de euros para la concesionaria. Según la Intensidad Media Diaria, la previsión para el año actual es de 10.250 vehículos por este punto al día.

Estrategia (II)

Arteixo no quiere a Bergantiños en esta batalla

 Porque son duelos diferentes. Al regidor le ha molestado especialmente que justo ahora -si bien ya se realizó desde la comarca de Carballo en numerosas ocasiones- los ayuntamientos de Bergantiños y la Costa da Morte alcen la mano para pedir la gratuidad de su peaje. Porque, argumenta, estos no tienen un argumento de 40 millones de euros con el que sí juega Arteixo.

El precio

Sin barreras no es sinónimo de gratis total

La concesionaria siempre va a cobrar su parte. Si no es el por la moneda del conductor en cabina, será por el pago acordado con Fomento o la Xunta. Hoy podemos recorrer la autovía del Barbanza sin pagar ni un céntimo. Pero de eso ya se encarga el gobierno gallego, que abona, con el dinero de todos, un pago de 365 millones por 20 años hasta el 2035.

La Costa da Morte reaviva el debate de la gratuidad de toda la AG-55

Los ayuntamientos de la Costa da Morte siempre han defendido la gratuidad total de la autopista. No es algo de ahora. Es una vieja reivindicación. Hace años se produjo una movilización en toda la comarca. Sin embargo, la falta de apoyos y la firme determinación de la Xunta provocaron que esas ansias reivindicativas fueran perdiendo fuelle hasta casi caer en el olvido. Solo algunas mociones aisladas, como las presentadas por el BNG de A Laracha en el anterior mandado, sirvieron de alguna forma para recordar que el problema continúa ahí, latente.

Pero la salida a escena del alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo (PP), reclamando de forma insistente la gratuidad del peaje de Pastoriza y liderando una protesta simbólica, ha calado entre los alcaldes y ediles de los concellos de la Costa da Morte.

Aunque este apoyo tardó en manifestarse de forma pública. Y es que muchos recuerdan todavía como acabaron aquellas primeras movilizaciones contra el peaje de la AG-55. La realidad es que sean del partido que sean, en la Costa da Morte reclaman ir más allá que una mera simbólica protesta. Algunos incluso matizan ese aval a Carlos Calvelo por pensar solo en clave de Arteixo. Es el caso del regidor de Coristanco, Amancio Lavandeira (Terra Galega), quien aseguró recientemente que «é absurdo pagar de Carballo á Coruña e non de Arteixo á Coruña, porque a peaxe afecta a todo o tramo». En la misma línea se expresó el regidor cabanés (PP), José Muíño: «Como pataleta, a proposta paréceme ben, pero a loita máis lóxica sería a supresión total das peaxes na autopista». El mandatario carballés, Evencio Ferrero (BNG), dejó claro que apoya «todas as medidas que se adopten para eliminar as peaxes, creo que sería un acto de xustiza coa comarca».

Más reuniones

La muestra de este apoyo de la Costa da Morte a la reclamación del alcalde de Arteixo quedó reflejada en una reunión celebrada el pasado 21 de junio en el Centro Cívico arteixán. Eso sí, dejando claro a Calvelo (ausente) que las reivindicaciones deben ser extensibles a la supresión de todos los peajes y no únicamente al de Pastoriza. La gran mayoría de los alcaldes de la comarca encuestados no son partidarios de la «rebelión» como definió el mandatario ceense, Ramón Vigo, que abogó más por las reuniones.

De la misma opinión es su homólogo coristanqués, Amancio Lavandeira, que descartó la «insumisión» como fórmula para reclamar la gratuidad total de la autopista AG-55. Incluso algunos, como el cabanés José Muíño, defienden que, en caso, de que no se logre recuperar la titularidad pública del trazado, se haga «unha peaxe na sombra». Lo que sí tienen claro los políticos de la zona es que el peaje de la AG-55 está más que amortizado.