Los policías que mataron a Diego Bello ingresan en una cárcel «hacinada» y con presos comunes

A CORUÑA

El coruñés Diego Bello, en una imagen cedida por sus familiares
El coruñés Diego Bello, en una imagen cedida por sus familiares

La jueza los envió a una de las prisiones más pobladas del mundo tras estar protegidos en una sede de la policía

19 oct 2023 . Actualizado a las 17:58 h.

La jueza del Juzgado número 1 de la Corte Regional de Manila, Tita Bughao Alisuag, ordenó el traslado a la cárcel municipal de Manila de los tres policías acusados de la muerte del empresario coruñés, Diego Bello. Esta medida, solicitada hace meses por la familia del joven a través de sus abogados, tuvo lugar el pasado 11 de octubre, día del comienzo del juicio contra los acusados por asesinato y manipulación de la escena del crimen.

El capitán Vicente Panuelos, y los sargentos Nido Boy Esmeralda y Roel Pazo Azarcon, que permanecían arrestados en la sede de la Policía Nacional de Filipinas, Camp Crane, compartirán espacio a partir de ahora con presos comunes, en la que está considerada una de las cárceles más súper pobladas del mundo, donde los reclusos conviven hacinados. Este presidio alberga prácticamente cinco veces más población de la que se esperaba cuando fue diseñada.

La portavoz de la plataforma XusticiaparaDiego, Rebeca Díaz Gestal, reconoce estar «muy contenta porque la jueza, que asumió la causa hace apenas un mes, ha sido absolutamente sensible a esta petición de traslado que se había solicitado desde la detención de los acusados del asesinato de Diego. Celebramos que estén donde tienen que estar, que es junto al resto de asesinos».

La portavoz confía en que todo el proceso siga en la misma dirección y «que desde hoy los acusados empiecen a sentir que cae sobre ellos todo el peso de la ley».

Diego Bello Lafuente fue abatido a tiros por la PNP en la población de General Luna, en la isla de Siargao, en la madrugada del 8 de enero del 2020. Según el informe policial, Bello estaba considerado el narcotraficante número 1 de la isla. Las investigaciones tanto de la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas (CHR) y del National Bureau of Investigation (NBI) —Policía Judicial de Filipinas— demostraron que dicha operación fue un montaje cuyo único objetivo era el asesinato del empresario coruñés. Las citadas investigaciones, así como los testimonios bajo juramento de diferentes testigos, desmontaron las declaraciones de los policías que ya reconocieron haber disparado a Diego Bello en legítima defensa.

Los acusados permanecían en una prisión militar desde febrero del 2023, cuando se entregaron en Manila, después de estar huidos de la justicia durante 10 meses. Sobre ellos pesan las acusaciones de asesinato y alteración de pruebas. Dicha entrega fue objeto de una numerosa rueda de prensa del ministro de Justicia filipino, Jesús C. Remulla, con la insólita presencia en la misma de los tres policías acusados del asesinato de Diego. La muerte de Diego Bello se enmarca en la llamada guerra contra las drogas llevada a cabo por el anterior presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte. El gobierno del país asiático reconoce más de seis mil muertes extrajudiciales en este contexto. Según organizaciones de Derechos Humanos esa cifra podría elevarse a los treinta mil, en el período comprendido entre 2016 y 2022. El caso de Diego Bello es el único en el que un español y europeo fue asesinado bajo la excusa de la guerra contra las drogas.