Qué pensarían unas décadas antes los vecinos cuando llegaron los primeros locos cacharros a la ciudad
12 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En el Gadis de Médico Rodríguez te despide una preciosa fotografía de Juan Flórez hace casi un siglo, una ancha avenida sin un solo coche, en la que unos niños juegan en la acera y la calzada, y donde solo se reconoce la silueta de la Casa Alonso Escudero. Qué pensarían unas décadas antes los vecinos cuando llegaron los primeros locos cacharros a la ciudad. Cuentan las crónicas de la época que el primero que paseó en coche por la ciudad fue el médico Durán. Le imitaron el fotógrafo Sellier y otro médico, Narciso Túñez, resumía hace unos años Xosé Alfeirán en estas páginas. Los archivos de la DGT cuentan que en diciembre de 1902 un tal Luis Menéndez matriculó el primer coche en A Coruña. Era un Decauville, cuyos primeros motores rondaban los 30 km/h. Se hace realidad eso de que el pasado siempre vuelve: nos hemos pasado casi 120 años pisando el acelerador, y toca echar el freno.
Los italianos conducen como locos. Los portugueses te adelantan por ambos lados sin problema. Podríamos hacer un catálogo de tópicos geográficos al volante y nos saldrían una enciclopedia de exageraciones y medias verdades, pero a mí la que más me fascina es la facilidad y soltura con la que tantos aborígenes se saltan los semáforos en ese limbo en el que los destellos rojos empiezan a asomar «¡pero aún estaba ámbar!», te dicen. A todos los fuguillas al volante les dará algo ahora que la señal de 30 les va a obligar a esperar en el semáforo. Van a tener que cambiar la banda sonora y poner a Luis Fonsi a todo trapo.
Estarán los fantasmas del tal Menéndez, del médico Durán y de Sellier organizando el tráfico estos primeros días para bajar el ritmo. Aunque esto no lo ha confirmado la DGT. Todavía.