Claudia Ramos: «Las condiciones que he tenido en Nueva York, Oxford y Zúrich serían imposibles de conseguir en España»

Alejandro García Chouciño
A. g. chouciño A CORUÑA

A CORUÑA

Claudia Ramos Rodríguez en Reino Unido, antes de la crisis sanitaria
Claudia Ramos Rodríguez en Reino Unido, antes de la crisis sanitaria

Esta coruñesa encontró el equilibrio personal y laboral tras vivir en varias ciudades europeas y americanas

26 mar 2021 . Actualizado a las 10:02 h.

Claudia Ramos Rodríguez (1992) pudo experimentar a una edad temprana lo que es vivir fuera de su país. De hecho, lo realizó gracias a las becas del Ayuntamiento de A Coruña para estudiar primero de bachillerato en EE. UU. Tras esta primera incursión, en Míchigan, vendrían otras más: «Después estudié Periodismo en Santiago de Compostela e hice un año en Madrid. Terminé la carrera en el 2014 y viví unos meses en Manchester».

Esta coruñesa, natural de Os Castros, afirma ser «bastante flexible» y que se adapta fácilmente a los nuevos entornos. Esto puede explicar cómo logró progresar profesionalmente gracias a varias estancias en distintas ciudades del planeta. «Al poco de terminar el grado, me puse a trabajar en BBVA, en Madrid, con un contrato temporal de un año que no se sabía si me podrían renovar, así que tenía que seguir buscando. Mi amiga Leticia me habló de las becas Argo para realizar prácticas en el extranjero, me apunté y me seleccionaron para trabajar seis meses en Nueva York. Encajé bien en el equipo y la empresa me contrató una vez terminada mi beca, alargando mi visado año y medio» explica Claudia.

«La energía es distinta, todo el mundo está haciendo cosas todo el rato y eso te lleva a ti también a moverte, a ser mejor y a aprovechar cada oportunidad»

De nuevo, volvía a cruzar el Atlántico. En esta ocasión pudo desarrollar sus habilidades en una empresa de medios de comunicación: «Aprendí mucho de márketing porque tuve una jefa estupenda que me enseñó y me permitió proponer y llevar a cabo nuevas ideas. También tuve la oportunidad de asistir a eventos, realizar viajes a otros estados y conocer a gente muy interesante». Claudia sostiene que en Nueva York «la energía es distinta, todo el mundo está haciendo cosas todo el rato y eso te lleva a ti también a moverte, a ser mejor y a aprovechar cada oportunidad».

No obstante, su vida dio un nuevo giro en enero del 2018, cuando se mudó a Oxford para trabajar en una organización que da cursos de salud emocional en todo el Reino Unido. «La vuelta a Europa fue principalmente por tema de visados. Mi marido vivía ya en Inglaterra por entonces y mis idiomas para trabajar son español e inglés, así que era la opción más lógica», afirma Claudia. Se trató de una decisión que le permitiría encontrar el equilibrio entre su vida personal y la laboral. «Conocí al que ahora es mi marido estudiando en Madrid. Al año siguiente él se fue a UCLA (California), después hizo el máster en Manchester mientras yo estaba en Madrid y se quedó trabajando en Inglaterra como ingeniero electrónico mientras yo vivía en Nueva York. El problema de Estados Unidos es que necesitas que la empresa te haga un visado, lo que es complicado si no tienes una larga trayectoria profesional que justifique que paguen y hagan todo el papeleo en vez de contratar a alguien que puede incorporarse directamente. Europa nos permite trabajar a los dos en lo que nos gusta», añade.

«Los últimos meses han sido complicados pero muy gratificantes a nivel profesional y también personal»

Con la llegada de la pandemia, tanto Claudia como su marido tuvieron que habituarse a la nueva normalidad: «El covid-19 nos forzó a adaptarnos, como a tantos otros negocios, y a ofrecer cursos online en lugar de presenciales. En Reino Unido es más común invertir en salud mental a nivel gubernamental y de empresa, y en estas circunstancias sin precedentes la demanda ha sido alta. Los últimos meses han sido complicados pero muy gratificantes a nivel profesional y también personal, es una organización sin ánimo de lucro y siempre buscamos generar impacto social».

Ahora se acaban de mudar a Zúrich para comenzar una nueva etapa de sus vidas. «El 1 de abril empezaré a trabajar en una empresa de software de banca en Zúrich. Además, mi pareja trabajará en ANYbotics, una startup que hace robots cuadrúpedos. En España no hay este tipo de oportunidades». Sobre esta cuestión, Claudia señala que «las condiciones de trabajo que he tenido en Nueva York, Oxford y tendré ahora en Zúrich serían imposibles de conseguir en España».

A nivel personal, esta coruñesa resalta que «gracias a las condiciones laborales que me permitían viajar muy a menudo antes de la crisis sanitaria podía mantener la relación con mi familia y amigos. Internet no sustituye una visita a mis padres o a mi abuela que va a cumplir ya 93 años».