Cumplir con el deber

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

Ángel Manso

Si uno mira a su alrededor, no ve más que personas humildes cumpliendo cada día con su deber sin alardes: en la escuela, en la oficina, en el bus, en el súper

03 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ahora no se puede ver, porque el jardín de San Carlos está doblemente confinado -un parque con el candado echado por las obras dentro de una ciudad encerrada consigo misma-, pero en uno de los muros hay una placa de mármol que recuerda a los 172 marinos británicos fallecidos en noviembre de 1890 en el naufragio del Serpent junto al temible cabo Vilán.

Al pie de unas palabras dedicadas a los muertos «en respetuoso recuerdo», se añade la frase del almirante Nelson antes de la batalla de Trafalgar: «Inglaterra espera que todo hombre cumpla con su deber». Y, justo cuando el lenguaje bélico asedia nuestras vidas con sus toques de queda y sus perímetros acorazados, me parece que la sentencia, despojada de patrias y marcialidad, describe con sencilla precisión el comportamiento de la gente corriente y moliente durante esta debacle.

Porque, si uno mira a su alrededor, no ve más que personas humildes cumpliendo cada día con su deber sin alardes: en la escuela, en la oficina, en el bus, en el súper. Mi amigo Javier Pérez Andújar diría que cumplir con el deber es de pobres. Y tendría toda la razón, porque solo las oligarquías de toda la vida se pueden permitir el lujo de no cumplir. Por eso vimos hace poco las fotos de unos señores muy trajeados en un salón madrileño con muchos oropeles incumpliendo con su deber por todo lo alto. Los ministros, los empresarios y los presidentes de clubes de fútbol de vez en cuando nos recuerdan así, en toda la cara, que nosotros podemos pedir a los Reyes Magos un frasco de colonia al año, pero que ellos viven las 24 horas como las estrellas de cine que salen en los anuncios de esa colonia. Lo único que nos queda a los corrientes y molientes es seguir a Nelson o a Spike Lee, que en Do the right thing ya nos contó la importancia de hacer lo correcto.