Borja Quiza: «No hay división entre música culta y popular»

R. D. Seoane A CORUÑA

A CORUÑA

Borja Quiza, barítono
Borja Quiza, barítono ANGEL MANSO

El barítono estrena este sábado en el Colón «La emigración gallega. Canciones de ida y vuelta»

12 sep 2020 . Actualizado a las 17:19 h.

Borja Quiza (Ortigueira, 1982) pondrá voz a las Canciones de ida y vuelta que sonarán hoy (20.00 horas) en el Colón, un recital con la emigración como hilo conductor incluido en la Programación Lírica de Amigos de la Ópera.

-¿Con qué sorprenderán?

-El programa es precioso, para disfrutar de la primera a la última canción. Muchas ya se conocen, descubrirán arreglos, canciones que no acostumbran a escuchar en voz lírica y otras que no se conocían. Creo que todo el mundo de una u otra forma se va a emocionar, cualquier gallego a poco que rasques tiene conexión con la emigración.

-Con temas de ambos lados del Atlántico.

-Son cuatro bloques de canciones, de Galicia y de los tres países centrales de la emigración: Cuba, Argentina y México. Unas son de emigrados, otras de gallegos que compusieron habaneras o de latinoamericanos que hablan de Galicia, como el tango de Gardel, Galleguita, o Para Vigo me voy. Da idea de la dimensión que tenía la sociedad gallega en América. Incluso canciones populares allí acabaron siéndolo aquí, como México lindo y querido.

-La selección no sería fácil.

-Viene de una búsqueda personal. Aún hoy tengo familiares en Argentina, México y EE. UU. Me apetecía poner en valor el cancionero popular gallego. Siempre con esa idea de que en mis espectáculos no hay una división entre música popular y culta. La ópera era la música popular de Italia en el XIX. Y aquí lo mismo, temas de Chané como Unha noite na eira do trigo son muy populares, Os teus ollos acabó popularizándola Luar na Lubre... No existe una separación entre la mal llamada música popular y la mal llamada música culta.

-Homenajean a Julio Andrade.

-Estoy contento de poder hacerlo, de aportar un reconocimiento por su importancia en la vida musical de la ciudad. Trabajó en Argentina, componía en la intimidad, tocaba el piano, le gustaba mucho cantar… Interpretaremos dos de sus composiciones que jamás han sido estrenadas en su ciudad, Miña tristura, con texto de él mismo, y Na morte de Rosalía, sobre el poema de Curros, una melodía de aparente sencillez pero con alta complejidad pianística... Ambas están muy relacionadas con la morriña, ese concepto que no tiene traducción literal en ningún otro idioma y que Andrade estaba tan interesado en explicar a través de la música.

-Con la mitad del aforo.

-¡Menos mal! El límite de 60 personas era una restricción ridícula, desproporcionada y no justificada, sobre todo cuando todo indica que la cultura es segura, no existen casos de contagios masivos. En el Festival de Salzburgo, con 25.000 espectadores, hubo cero casos. Dejemos de estigmatizar al teatro porque es el espacio más seguro.