El mes que convirtió a Europa en un desierto

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

A CORUÑA

Un satélite de la Agencia Espacial Europea capta el retroceso de la vegetación como consecuencia de la sequía y las altas temperaturas en el continente europeo

30 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos gallegos sienten que el tiempo les está robando el verano. Razón no les falta porque las condiciones secas y cálidas se han instalado desde mayo en el norte de Europa. Un anticiclón anclado en Escandinavia ha estado canalizando todo el calor hacia países como Noruega o Suecia. Se han alcanzado récords de temperatura, olas de calor sin precedentes e incluso una oleada de incendios que ha dejado decenas de fallecidos.

Los efectos de la sequía y las altas temperaturas se han intensificado durante el último mes y han transformado el verde en marrón. El satélite Sentinel 3 de la Agencia Espacial Europea ha sido testigo del retroceso que ha sufrido la vegetación en Irlanda, Reino Unido, Holanda, Francia, Bélgica, Alemania y Dinamarca desde el 28 de junio al 25 de julio. En menos de un mes, la falta de lluvia y el calor extremo han dejado una Europa irreconocible.

La buena noticia es que la configuración atmósferica dará un giro de 180 grados el miércoles. Esto permitirá aliviar la situación en el norte de Europa, donde llegarán las primeras lluvias y descenderán las temperaturas ya que las altas presiones en Escandinavia se van a debilitar y el aire seco y cálido será sustituido por uno más húmedo y fresco.

Al mismo tiempo que el anticiclón situado en el norte pierde fuerza, el nuestro, el de las Azores, gana intensidad. Es la primera vez que ocurre en la estación. Lo habitual se ha convertido en excepción en este verano que no deja de acumular anomalías. Los modelos meteorológicos siguen señalando que las altas presiones de las Azores van a situar su centro de acción al norte de la Península. Eso permitirá que llegue una masa de aire africano hasta Galicia. Otra de las consecuencias de la situación atípica que hemos tenido durante los últimos dos meses es que África no ha podido liberar el calor como suele hacerlo y por tanto el aire puede venir más caliente de lo normal. Esto explica las temperaturas que están pronosticando los modelos entre el miércoles y el domingo. No se descarta que el termómetro en puntos de la provincia de A Coruña pueda ascender hasta los 40 grados. En el sur de la comunidad las noches serán muy cálidas con mínimas por encima de los veinte grados. Falta la confirmación oficial de que estamos ante la primera ola de calor.