Dos millones más por recoger la basura

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

El gobierno local saca a consulta los nuevos pliegos con un año de retraso y con la previsión de invertir 14,5 millones

15 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno local publicó ayer en el perfil del contratante el borrador de los pliegos del nuevo contrato de recogida de basuras. Además, el Ayuntamiento ha abierto un espacio web llamado «oseusitio» en el que los vecinos podrán hacer aportaciones al documento, que regulará uno de los contratos más onerosos y complicados que debe tramitar la administración municipal.

¿Qué coste tendrá el nuevo servicio de recogida de basuras?

El gobierno local prevé que el coste del contrato ascienda a un total de 14,55 millones de euros anuales, dos millones más que en la actualidad. El aumento, según ha explicado la concejala de Medio Ambiente, María García, se debe al incremento de los salarios por su actualización y a otras mejoras. El incremento supone que el Ayuntamiento pagará algo más de cuatro euros extra por ciudadano cada año, aunque es posible que no se repercuta directamente en la tasa que afrontan los vecinos y se recauden los fondos de otra manera.

¿Qué vigencia tendrá el contrato?

El borrador de los pliegos prevé que tenga una duración de ocho años, suficiente para que la adjudicataria pueda rentabilizar las inversiones que haga en el servicio. Entre ellas está previsto mejorar los contenedores e implantar vehículos más modernos y silenciosos. La duración es mucho menor que la del anterior contrato, que finalizó el 16 de enero del 2017 tras medio siglo vigente.

¿Qué reclaman los trabajadores?

Desde que acabó el contrato, los operarios del servicio han mostrado su preocupación por el futuro de sus empleos y han advertido que no tolerarán que haya despidos o rebajas salariales.

En la actualidad, tanto la recogida de basuras como la limpieza viaria están gestionados por la empresa Cespa. Ambos servicios suman más de 400 trabajadores. El contrato del primer servicio finalizó en enero del 2017, y el de la limpieza viaria está prorrogado y terminará a mediados de año. Aunque se estudió la posibilidad de unificarlos, el Ayuntamiento ha decidido tramitarlos por separado, pero los trabajadores ya anunciaron que actuarán igual y mantendrán las mismas exigencias en ambos casos.

En agosto del año pasado, el sindicato STL, el mayoritario entre la plantilla, convocó una huelga de recogida de basuras. Su objetivo era que el gobierno local les permitiese participar en la redacción de los pliegos y que se garantizasen la continuidad y los salarios de toda la plantilla.

Algunos ediles del gobierno local criticaron la movilización. El concejal Alberto Lema escribió en la red «qué huelga tan rara en la que no se reclaman derechos laborales, se defienden los intereses de la empresa y se mantienen reuniones secretas con la derecha». Pero ante la posibilidad de hacer frente a una huelga de recogida de basuras en plenas fiestas, el ejecutivo no tardó en asumir todas las demandas del STL.

De acuerdo al pacto alcanzado entonces, el gobierno local invitó ayer a los representantes de los trabajadores a una reunión para darles una copia de los pliegos.

Luis Varela, portavoz del sindicato, anunció que estudiarán el documento y harán sus aportaciones. Insistió en que se celebrarán «cuantas reuniones sean necesarias» con el gobierno local para llegar a un consenso, y advirtió que no les ha parecido correcto que el gobierno local hiciese públicos datos del contrato o hablase con la concesionaria antes de comunicarlos a los trabajadores, que son los «primeros interesados» en el proceso al estar en juego su futuro laboral.

¿Por qué se retrasaron un año los pliegos?

El fin del contrato de recogida de basuras en enero del 2017 no cogió a nadie por sorpresa. La fecha se conocía desde hacía décadas, pero el gobierno local no puso en marcha la redacción de los pliegos hasta pasada esa fecha. Por aquel entonces se estaba tramitando un contrato de 140.000 euros a una empresa privada para que ayudase a su redacción. Esa «externalización» de una función que en principio correspondería a los funcionarios fue criticada por la oposición. Tampoco se puso sobre la mesa la posibilidad de remunicipalizar el servicio, a pesar de que las remunicipalizaciones eran una de las promesas principales de la Marea.