Un barrio que no quiere volver a sus orígenes

Emiliano MOuzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CÉSAR QUIAN

Los vecinos de la Sagrada Familia alertan del aumento del trapicheo en la zona y reclaman más presencia policial

02 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de la Sagrada Familia temen volver «a la década de los ochenta», cuando «más que un barrio coruñés se parecía a una ciudad sin ley», recuerda Lourdes, una mujer que nació y creció en la zona.

Todo porque en la actualidad «el trapicheo de droga, el consumo de alcohol y los desmanes de los que nos visitan se producen día tras día», manifestó Manuel Sánchez, un vecino del barrio. Y no hace falta esperar a la noche, porque «nada más abrir los supermercados los adictos ya acuden a comprar los cartones de vino y cervezas y se pasan todo el día bebiendo», indicó este hombre.

Lo que ocurre es que después de los excesos «vienen las trifulcas, los atracos. A mi madre la agarraron por la espalda, le retorcieron un brazo y le robaron el bolso a plena luz del día», contó otra vecina.

«Los parques son de ellos»

Nadie se atreve a utilizar la cancha polideportiva que existe en el barrio, ni tan siquiera el área de juegos infantiles. «En la zona de deportes hacen malabarismos hasta con bicicletas, poniendo en grave riesgo a los pequeños que allí juegan», dijo una hostelera, que asegura que un buen día a las 2.30 horas tuvo que llamar al 091 para denunciar que el ruido, «molestaba a todo el vecindario».

Dos madres indicaron que no se atrevían a llevar a sus pequeños al parque infantil: «Como te descuides un poco, los niños están por el suelo y sin juguetes, porque ya se los roban».

Muchos empresarios de la zona están cansados de aguantar los gritos y las peleas que se forman en determinadas calles: Aurelio Carballo, Sagrada Familia, Niño Jesús, Tornos, Datas Panero... «Esto es un Bronx», señalaron varios vecinos.

Desde la asociación vecinal denuncian la falta de limpieza en las calles, «en los parques», y se quejan de que determinadas personas «se adueñen hasta de la plaza de la iglesia de San Rosendo para hacer barbacoas, e incluso reproducir música cuando se está celebrando algún acto religioso». Los vecinos piden un mayor control en la zona y la presencia de la policía de barrio.