El factor Pedroche

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS PALABRAS

A CORUÑA

11 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La cháchara de Twitter trata estos días de escotes, transparencias y bragas. No es que el tema sea precisamente nuevo, pero treinta años después del despendole cotroso de las Mama Chicho la carne de señora cotiza más al alza que nunca. La culpa la tiene un camisón transparente con el que Cristina Pedroche cubrió su rechoncho tipazo el día de Fin de Año y que enloqueció a la audiencia hasta concederle a la Sexta un plus de cuatro puntos con los que superó a su hermana mayor, Antena 3. La rapaza, que ha construido un personaje alrededor de sus contornos, ha entendido muy bien que su silueta es un arma poderosa que bien disparada doblega la voluntad del público. Y no es que la muchacha sea de una belleza insólita, lo que en el fondo redobla el mérito de la empresa en la que anda y cuyo principal activo tiene el aspecto saludable de su piel morena. Así que bingo por la Pedroche, una chica lista que sabe que hipnotiza más un buen escote que la deslumbrante explicación de la estructura del Ulises. La apuesta, en este mundo de audiencias ansiosas, es un descomunal negocio que desanima a quienes defienden la importancia de la cultura y la buena información, y retrata a una sociedad que enloquece en cuanto Sabrina libera uno de sus pezones saltarines. Y no es que estén mal ni el pezón ni la braga de Cristina, que pueden entretener mucho y hasta inducir a la procreación, lo que por otra parte le vendría muy bien a nuestra descangallada natalidad. Pero a estas alturas de la civilización quizás nos veíamos un poco más sofisticados. Porque si al final para que la tele se vea lo más eficaz es enseñar cacho, presentemos los informativos en sostén y los espacios de ciencia en tanga brasileña. Así quizás lleguen mejor los mensajes importantes.