Un calvario sin fecha final

A CORUÑA

16 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La segunda tanda de la documentación de la operación Pokémon, y su filial coruñesa Pikachu, ha servido para seguir salpicando de nombres la actualidad. Ya casi nadie puede declararse al margen de la percepción de regalos por parte de Vendex, las conversaciones con el principal muñidor de la trama, José María Tutor, y el temor a que cualquier conversación telefónica puede salpicar a personas que nada tienen que ver en el caso. Pasó con la lista de regalos, en la que figuran personas como la exalcaldesa de Arteixo Pilar Souto o la exedila de A Coruña María José Cebreiro, ambas del PSOE, que se han apresurado a desmentir la recepción de los detalles de cortesía ahora bajo la lupa. No son las únicas. En esa lista de supuestos regalos hay algunos otros que tampoco «disfrutaron» de esas supuestas prebendas y las devolvieron o las donaron a entidades benéficas.

Pocos han sido los que han admitido públicamente esos regalos detallados en el sumario. Uno de ellos, el popular Miguel Lorenzo, ha dicho lo que muchos piensan. ¿Quién puede pensar que se puede alterar la voluntad de un gestor con una botella de vino de treinta, cuarenta o cincuenta euros? ¿Dónde está el límite de lo correcto y lo incorrecto?

Carril, tajante. En ese sentido, el que más rotundo se ha manifestado es el portavoz municipal del BNG, Xosé Manuel Carril, que va al margen de muchos de sus compañeros de partido. «Que todos vaian pedindo perdón», dijo el jueves en una plegaria que no fue escuchada y sí ignorada por varios de sus vecinos de asiento en María Pita, como Ermitas Valencia, que aparece en varias conversaciones del sumario por la adjudicación de la atención del Centro Municipal de Información Xuvenil a Sermasa, así como por varias facturas pagadas sin contrato por la limpieza de una oficina que exigió abrir para su concejalía en el entorno de la plaza de Lugo. Tampoco María Xosé Bravo, responsable de los museos, o Xoán Martínez Cajigal, que presentó su dimisión hace un año.

Presunción de inocencia y futuro. El problema es que nadie atisba el final de este proceso en el que no paran de incorporarse muchas sospechas, algún indicio y testimonios reveladores de malas prácticas políticas que, bien es cierto, habrán de ser corregidas. El problema que hay es que nadie se atreve a mover un músculo a la espera de que se conozca el alcance global de la operación. La jueza, Pilar de Lara, aún tiene pendiente de facilitar casi la mitad de los 70.000 folios que ha recabado -aunque ya pueden ser consultados en papel por las partes-, mientras sigue practicando nuevas pesquisas y ordenando providencias. Predecir una fecha para el inicio del proceso de juicio oral es imposible. Y son muchos los que temen que la sombra de este calvario judicial afecte a la actividad de muchos municipios de Galicia, que ya lo está haciendo, sino que pueda alcanzar incluso las próximas elecciones locales, para las que faltan 14 meses.

Las contradicciones de Yoya Neira

Entre los críticos con las opiniones de Francisco Vázquez hay un grupito especialmente beligerante que coincide en edad y pasado estrechamente vinculado a las Xuventudes Socialistas y al aparato del partido, bien a nivel local o autonómico. Sus nombres más conocidos son los de Laura Seara, destacada pachista y diputada en Madrid donde intenta ganarse un sitio en el ala más radical del partido; Loli Rodríguez Amoroso, exparlamentaria autonómica y refugiada en la actividad privada, y Yoya Neira, edila del PSOE coruñés. Eligen las redes sociales para mostrar su descontento y, salvo algún caso, rara vez trasladan esas inquietudes a las asambleas de militantes, donde su pasado es más que conocido y cuenta con algunos episodios de los que tienen pocos motivos para enorgullecerse. Llama la atención lo de Neira, que entró en política de la mano del propio Vázquez en una de sus seis victorias por mayoría absoluta en las urnas y que ahora pide su reprobación pública e incluso asegura que su partido no es el mismo que el del exalcalde. Si las hemerotecas prueban que Vázquez no ha cambiado de ideas, ¿quién ha cambiado? ¿Todo vale por un asiento?