De A Baiuca a la Meca

S. A. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

10 nov 2012 . Actualizado a las 07:02 h.

Del 24 al 29 de octubre, la Meca recibió más de dos millones de peregrinos. Un viaje físico y espiritual que todo musulmán deberá realizar al menos una vez en la vida. Siempre y cuando las condiciones económicas y de salud así se lo permitan. En el caso de Halifa Lemsahri, presidente de la comunidad musulmana de Arteixo, y de Cherkaoui, imán de la localidad, se dio esa circunstancia en el 2009 y pudieron realizar el hadj o peregrinación a la Meca. También cuenta su experiencia el imán de Santiago, Amane Mbemgue, que viaja cada cinco años y el profesor de árabe en Arteixo, Jaouad Elouafi, que recibió un premio al acabar sus estudios y pudo realizar su sueño de ir con su padre.

Sin duda, una de las cosas que más les llamó la atención fue la gran organización que existe en la ciudad santa para recibir a millones de personas. También explican que uno no puede ir cuando quiera. Tiene que ser el último mes del calendario lunar musulmán, entre los días 8 y 12, cuando se realizan los actos conmemorativos de su fe, aunque algunos musulmanes decidan acudir días antes para preparar su viaje espiritual.

La hadj no solo es ir a la Meca, presenta una serie de rituales cargados de simbolismo que los fieles siguen a rajatabla y que duran como mínimo cinco días. Nada más llegar, deben vestirse de blanco y es en ese día donde llevan a cabo una de las imágenes más emitidas por televisión. Lo llaman tawaf y consiste en dar siete vueltas sobre el kaab, la casa en la que Abraham puso la primera piedra, según su religión.

Pero si hay un viaje especial es el de Mina, a 20 kilómetros de la Meca. Deben ir a la montaña de Arafat, uno de los lugares más sagrados. Cuentan que ahí fue donde Abraham llevó a cabo el sacrificio del cordero. Toda una experiencia que Elouafi no duda en decir que «hay un antes y un después» de su viaje a la Meca.