El Madrid falla varias ocasiones y acaba sufriendo para empatar un duelo en el que fue mejor
15 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Hay días así. Uno se levanta con ganas, empieza con buen pie y de repente le meten un gol por la escuadra. A partir de ahí, ya nada es lo mismo. Todo se suma al drama. Lo vivió ayer Mourinho, que encontró una coartada para la versión más cicatera del Real Madrid. Al fin y al cabo, el modelo del juego alegre le ha dejado un poco más lejos del título de la Supercopa.
Hasta el minuto 35 nadie habría apostado por algo así. El Barça, sujeto con parches, perdía y sufría. No había tirado a puerta y apenas lograba achicar balones ante la entregada presión blanca, semejante a la que llevó la Copa del Rey a las vitrinas del Bernabéu. Abidal y Mascherano eran incapaces de contener a Benzemá, Cristiano, Di María y Özil. La inédita pareja de centrales perdía las marcas y Keita no llegaba a las ayudas.
Por delante, solo Iniesta ejercía labores creativas. Thiago no es Xavi. Le falta capacidad asociativa y ayer no había espacio para individualidades. Messi estaba perfectamente sujeto y Alexis -eléctrico y entregado en su estreno- sufría para cazar los balonazos con los que arrancaban las acciones culés.
El Real Madrid disfrutaba y solo un paradón de Valdés ante Benzemá, que cabeceó sin estorbo, retrasó unos minutos el gol de los de casa. Lo marcó el ariete francés, por mucho que el acta arbitral se lo otorgue a Özil. Porque fue el 9 el que tiró un gran desmarque y aguantó perfecto a Abidal antes de dar una enorme asistencia, con caño a Mascherano incluido, que su compañero empujó a la red.
Nada cambió tras el 1-0. El Barça siguió sin toque ni ideas. Los laterales no pasaban del medio campo, Alves cometía graves errores en la salida, y Messi se movía a decenas de metros de la portería rival. Allí recibió un balón de apariencia inofensiva y lo abrió para Villa, muy escorado a la izquierda. El Guaje se fue arrimando al área y lanzó, sin muchas ceremonias, el primer chut a puerta del Barça. Entró por la escuadra. Diez minutos después, la Pulga aprovechaba un lío entre Pepe y Khedira para poner a los visitantes en ventaja camino del vestuario.
La caseta no parió novedades, porque el Real Madrid se resistió a entregarse y siguió buscando el premio a su inmensa superioridad. Encontró pronto el empate en un córner rechazado que remató perfecto Xabi Alonso. Mourinho renovó energías haciendo debutar a Coentrao y Callejón, pero su equipo siguió fallando lo indecible. Un par de penaltis no pitados (uno por área) redondearon el día tonto. El Barça salió muy vivo del Bernabéu.
Goles: 1-0, min 13: Özil. 1-1, min 35: Villa. 1-2, min 45: Messi. 2-2, min 53: Xabi Alonso.
Árbitro: Texeira Vitienes. Mostró tarjetas amarillas a Khedira (min 31), Alexis Sánchez (min 55), Alonso (min 77) y Carvalho (min 90).
Incidencias: Buena entrada en el Bernabéu para el encuentro de ida de la Supercopa. La vuelta se disputará el miércoles en el Camp Nou.
Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Khedira (Callejón, min 57), Xabi Alonso; Di María (Coentrao, min 53), Özil, Cristiano y Benzemá (Higuaín, min 80)
Valdés; Adriano (Piqué, min 62), Abidal, Mascherano, Alves; Thiago (Xavi, min 57), Iniesta, Keita; Alexis Sánchez, Villa (Pedro, min 72) y Messi