Los cierres suman y siguen

M. Vidal, j. Becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

En cuatro años se han duplicado los bajos cerrados en San Andrés y en la calle Barcelona

29 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La crisis está sacudiendo de lleno al pequeño comercio. El desplome de los negocios no entiende de lugares, y no solamente está afectando al centro de la ciudad. La calle de Barcelona, tradicionalmente comercial, o Manuel Azaña, la principal arteria de Los Rosales, cuentan con decenas de locales vacíos. Sin embargo, la calle de San Andrés se lleva la palma de oro. En septiembre del 2007, cuando nada parecía presagiar lo que estaba por venir, la que podría ser la calle más larga comercialmente hablando contaba con una veintena de bajos cerrados por diversos motivos -ocho se alquilaban o traspasan, dos eran solares, en tres de ellos se están ejecutando obras, cinco estaban completamente abandonados y tres cerrados-. En apenas cuatro años se han duplicado los bajos sin actividad en San Andrés.

La apertura de nuevos centros comerciales pudo ser responsable de que el pequeño comercio experimentara un cambio de ubicación. De hecho, Inditex cerró varias de sus tiendas en Torreiro, en la misma calle donde estaba Fun & Basic antes de trasladarse al Marineda, pero la mayoría de los cierres han sido definitivos. En Manuel Azaña, la calle principal de Los Rosales, hay incluso cuatro locales vacíos seguidos, lo que sugiere una imagen desértica del barrio. En los últimos tres años se ha incrementado en ocho el número de bajos vacíos, pero también existen nuevos locales o algunos que han cambiado de actividad, entre ellos el número 50, que antes albergaba una panadería y en la actualidad es una casa de comida para llevar.

Quizás en la calle Barcelona es donde más tarde se ha dejado sentir el efecto de la crisis. A día de hoy son 20 los establecimientos que están cerrados o vacíos, el doble de los que había en el 2008. Y en breve podría incrementarse esta cifra, ya que hay varios que anuncian su liquidación por cierre. A diferencia de otras zonas comerciales, en la calle Barcelona se pueden apreciar numerosos locales disponibles para alquilar.

Sin empleados

Ante esta situación, los empresarios optan por la postura optimista. «Está apretando pero no ahoga». Mercedes Landeira, propietaria de la lencería Eva en San Andrés, considera que en estos momentos es fundamental una buena gestión ante la bajada de ingresos, pero además reconoce que se necesita una buena dosis de sacrificio. «Yo ahora estoy al frente de mi negocio, cuando antes tenía empleados», explica. Respecto a los alquileres afirma que están caros, y que incluso algunos empresarios han preferido que se paralice la actividad comercial antes de reducir su alquiler.

Uno de los últimos cierres tuvo lugar ayer mismo. La cadena de joyerías José Luis, con sede en el polígono de Bergondo, cerró la tienda que tenía en el centro comercial de Elviña, con el consiguiente despido de sus tres trabajadores. Según señaló Isabel Fernández, responsable de CC.?OO. de la Federación de Comercio y Hostelería, la plantilla ha planteado tanto la reducción de la jornada como un expediente temporal de empleo a cambio de su readmisión. Por su parte, Guillermo Taboada, miembro del equipo directivo, explicó que el cierre se debe a un ajuste de organización en la empresa motivado por la caída del consumo.

«Buscamos otras soluciones, pero al final nos tuvimos más remedio que tomar esta decisión», explicaba Taboada. La empresa, que no contempla el cierre de más negocios, posee otras siete tiendas en Marineda City, Dolce Vita, Espacio Coruña, Carrefour, Alcampo, Cuatro Caminos y Los Rosales.

El fin de La Boheme

Otro establecimiento que anuncia su cierre inminente es La Boheme, una boutique que llevaba dos años funcionando en la calle Betanzos, justo enfrente del Levi?s Center, que finiquitó su actividad hace dos meses. Anteriormente había estado ubicada en la calle de Federico Tapia y con el cambio -que ocupaba el local que en su día fue Barros- se aspiraba a una mejora. Sin embargo, la caída en las ventas ha obligado a esta medida. «Es increíble la cantidad de cierres que se están produciendo en los últimos meses en toda la zona centro», explicaban desde la tienda que ya luce el cartel que anuncia su fin.

En otra calle emblemática, Torreiro, también cuelgan letreros de liquidación total. Tras Fosco, que cerró sus puertas hace poco, ahora llega el turno de Cheap, una tienda de ropa y complementos que llevaba abierta desde hace ya cinco años. La noticia no llega sola, ya que otra tienda de la misma cadena, situada en Las Conchiñas, también dirá adiós en los próximos días.