Después de cuatro derrotas en los seis últimos partidos, tres en cuatro encuentros en el Staples Center por 16 o más puntos, Pau Gasol se encargó de resucitar a los Lakers en el momento preciso, aunque el rival no fuese de entidad. Los vigentes campeones de la NBA rompieron su mala racha frente a los Pistons, para olvidar su crisis de juego y resultados, recuperar la moral y acercarse a los Spurs, líderes de la Conferencia Oeste, aunque ahora con cinco victorias de ventaja sobre los Lakers.
Los defensores del anillo reaccionaron tras las críticas de Phil Jackson, enfrentado ahora a Ron Artest, y se impusieron a Detroit gracias al ala-pívot español, máximo anotador del partido con 21 puntos, 16 menos que todos los anotaron los titulares de los Pistons, y a la generosidad de Kobe Bryant, autor de solo 17 puntos, pero el mejor asistente del choque, con ocho pases de anotación. Gasol, que evidenció su cansancio en el encuentro anterior ante los Grizzlies, volvió a ser el jugador que más tiempo estuvo en pista -casi 35 minutos- y fue el mejor. Sus compañeros volvieron a buscarle en la zona y el de Sant Boi se creció frente a los Pistons para fallar solamente cuatro canastas: 7 de 11.
Desde la línea de tiros libres Pau también se mostró infalible (7 de 7), y aportó siete rebotes, cuatro de ellos defensivos, puso un tapón, dio dos asistencias y robó dos balones sin perder ninguno.
Gasol recuperó galones, Kobe fue algo menos individualista y los Lakers volvieron a sacrificarse en defensa y jugar como equipo. Estaba amenazado por la fractura después de tantas malas noches, y el contundente triunfo ante Detroit, fraguado en la segunda parte, es un bálsamo importante antes de jugar en cancha de otro equipo venido a menos, los Suns de Phoenix. Mientras el jugador catalán acertó casi todo lo que lanzó, Kobe volvió a estar muy fallón (6 de 18 en tiros de campo), aunque en esta ocasión no se excedió desde el exterior. Su puntuación le permitió también superar a Dominique Wilkins como décimo máximo anotador en la historia de la Liga.
Kobe desveló que antes de recibir a los Pistons quiso hablar con sus compañeros para motivarles y concienciarles de la necesidad de resurgir de inmediato ahora que han creado tantas dudas en su intento por conquistar un tercer título consecutivo. Los Lakers tomaron nota y su juego interior, con el mayor de los Gasol, Andrew Bynum y Lamar Odom acabó con unos Pistons que no tuvieron ataque en la pintura. El trío interior angelino firmó 50 puntos y 22 rebotes, y los Pistons se vieron desbordados. Tracy McGrady y Greg Monroe fueron sus mejores anotadores, con 14 puntos cada uno, y el astro de los Pistons perdió tantos balones como asistencias dio: seis.