General Sanjurjo cambia de cara

Sara Cuesta A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

Las obras para transformar la avenida en bulevar despiertan la esperanza de que la zona progrese, pero causan molestias.

16 jul 2010 . Actualizado a las 13:17 h.

Una de las principales intenciones de las obras que tienen levantada prácticamente toda la avenida del General Sanjurjo es la de reconvertirla en un bulevar con más espacio para los peatones y con abundantes tramos de vegetación. Para ello, se está llevando a cabo un ensanchamiento de las aceras y se plantarán tres filas de árboles, una a cada lado de la calle y otra en la mediana central ajardinada que colocarán en el centro de la calzada, todo ello con el fin de mejorar la estética de la calle convirtiéndola en una agradable zona de paseo para los coruñeses. Asimismo, se procederá al soterramiento de los contenedores para disminuir el impacto visual y ganar espacio. Algunos vecinos creen que estas medidas no solo van a mejorar la imagen de la zona, sino que ayudarán a que el barrio prospere.

Pero este proyecto no solo tiene una finalidad estética. Las obras también incluyen mejoras en las redes de alumbrado y telecomunicaciones, a través de la implantación de canalizaciones subterráneas en ambas aceras, así como una reconfiguración de los cruces, semáforos y pasos de peatones para reforzar la seguridad vial y la accesibilidad física. En lo referido al tráfico la avenida constará de un carril de circulación en cada sentido, aunque actualmente entre la ronda de Outeiro y los Castros solo se puede circular en sentido de bajada.

Todo el proceso de reconstrucción, que estará terminado antes de que finalice el año, se está realizando en dos fases. La primera, de Cuatro Caminos a la Gaiteira, supondrá una inversión de 1,5 millones de euros, y la segunda, desde el cruce con la ronda de Outeiro hasta la glorieta de los Castros, tendrá un coste total de 1,2 millones de euros. Algunos residentes en la zona opinan que es «un gasto excesivo e innecesario» teniendo en cuenta la actual situación de crisis económica, aunque algunos recuerdan que «probablemente salve del paro a algunos trabajadores».

Medidas molestas

A pesar de las diferentes opiniones que se escuchan entre los vecinos del barrio, muchos coinciden en que «haber levantado toda la calle de golpe» ha sido el «gran error», puesto que está afectando notablemente al tráfico, y eso, al final, «nos perjudica a todos».

Pero la medida que está teniendo peor aceptación entre los ciudadanos es la ordenación del aparcamiento que se pretende llevar a cabo. El objetivo es delimitar las plazas de aparcamiento para eliminar los frecuentes problemas de la doble fila, algo que los comerciantes consideran negativo para sus negocios. Natalia, encargada de El Baúl de la Abuela, afirma que «la gente va cargada, y si no tienen sitio para estacionar en doble fila y recoger los paquetes, se irán al centro comercial». Y añade: «Lo que necesitamos aquí son plazas de aparcamiento».