El alcalde recibió a los 40 alumnos que disfrutarán de las Becas USA el próximo curso y a los que acaban de regresar. En el salón de plenos intercambiaron experiencias
01 jul 2010 . Actualizado a las 21:31 h.«Lo mejor de todo era estar en el instituto. Era como en las películas, como en la serie High School Musical , con los bailes de graduación y todo». Sara, Ana y Alejandro son tres de los 40 alumnos que acaban de regresar de Estados Unidos, más en concreto del estado de Míchigan, donde estudiaron y practicaron su inglés este curso gracias a las Becas USA que concede el Ayuntamiento coruñés. Todavía atrapados por el acento americano y emocionados por la recepción que ayer organizó la Concejalía de Educación en el salón de plenos del Ayuntamiento, intercambiaron experiencias y, sobre todo, dieron infinitos consejos a los 40 nuevos alumnos que a partir de septiembre convivirán con otras tantas familias americanas durante el próximo curso escolar.
Atropellándose unos a otros parecían no tener tiempo suficiente para contar todo lo que les había pasado: que si sacaban mejores notas en inglés que los americanos, que si lo mejor es hacer amigos que tengan coche, que si el fin de semana el plan es ir al cine... Y los padres de los que se van a ir en agosto escuchando todo al detalle, más preocupados que sus hijos por cómo se vive y, sobre todo, cómo se come en Estados Unidos. «¿Y qué tal era la comida?», preguntaba una de las madres. «¡Genial! Hamburguesas, patatas fritas, pizzas...». «Pues a mí no me gustaba mucho», decía otra alumna, sobre todo porque con esa dieta era inevitable engordar, a pesar de que hacía dos horas diarias de deporte.
Porque el deporte, según explicaron los alumnos, es muy importante en los institutos norteamericanos. De hecho, según comentaban Sara y Ana, «si no juegas a algo o estás metido en algún equipo no eres nadie». Por ello recomendaban a los que partirán este año que se apunten a cualquier cosa (las chicas aconsejaban anotarse al equipo de animadoras) porque «así es más fácil hacer amigos y la gente te conoce». También aclararon a las inquietas madres que lo mejor es no planificar un viaje a Estados Unidos para ver a sus retoños justo cuando comienzan a saborear la independencia: «Echas de menos a la familia, a los amigos, pero lo mejor es que no agobies a tu hija, porque va a ser su año», indicaba una de las alumnas recién llegadas en mirada cómplice con otra que ya está preparando las maletas. Eso sí, aconsejó a Marta, de 16 años, que nunca deje de hablar con su madre, «porque se preocupan cuando no contestas un correo electrónico». De hecho, además del e-mail, las videollamadas a través del Messenger o el Skype sirven para acortar distancias y que un curso escolar no parezca tanto tiempo.
María José y Marta, de 15 y 16 años, confesaban ayer que lo que más curiosidad les despierta de Estados Unidos es el sistema educativo. Todavía no han escogido las asignaturas que estudiarán el próximo curso, pero ya saben, por los corrillos que se formaron en el salón dorado del Ayuntamiento, que el nivel académico no es muy alto y que no tendrán problema para sacar buenas notas. «Al principio lo pasaremos mal, porque no entenderemos nada, pero suponemos que en un mes más o menos ya saldremos del paso», explicaba Marta. Sus compañeros recién llegados de Míchigan les dieron ánimos y les tranquilizaban explicándoles que los profesores y los compañeros son muy amables y les ayudan desde el principio teniendo en cuenta su dificultad con el idioma. «Pero el oído enseguida se acostumbra y acabas hablando mejor que ellos», bromeaba una alumna.