Cinco jóvenes presentaron un proyecto para renovar la imagen del Noroeste Pop Rock. Incluye la colocación en el paseo de placas con los grupos clave de su historia
26 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El Noroeste Pop Rock no tiene logotipo. Tampoco página web. Ha sufrido tantos vaivenes a lo largo de su historia que carece de una identidad musical que lo defina. Tampoco se sabe exactamente a qué público se dirige. Los ciudadanos consideran que no se les tiene en cuenta a la hora de confeccionar el cartel. Algunos, incluso, han impulsado plataformas de rechazo con un notorio respaldo en Internet.
El párrafo precedente incluye algunas de las conclusiones que un grupo de estudiantes del grado superior de Publicidad, Relaciones Públicas, Diseño y Nuevas Tecnologías de la Escuela Superior Marcelo Macías obtuvo tras recabar datos para la elaboración de su proyecto de fin de carrera. En él plantean un plan estratégico con un fin claro: redefinir la imagen del festival, modernizarla y crear una marca que lo proyecte como el gran evento musical de A Coruña.
Al frente de la propuesta están Montse Bonhome, Iván Fraga, David Garea, Marta Herrero y Rafael Rumbo. Su proyecto incluye varios objetivos: centrarse en el público de 20 a 44 años, elaborar una identidad corporativa coherente, lograr la identificación del festival y la ciudadanía y mejorar una imagen que consideran que se ha devaluado notablemente en las últimas ediciones.
En su batería de medidas se incluyen muchas habituales, como la creación de revistas promocionales, las vallas publicitarias, banners, anuncios en prensa diaria o redes sociales. Pero, por lo insólito, lo original y lo económico, destaca una de ellas: una especie de bulevar de la fama en el paseo marítimo. Al coincidir el año 2011 con el 25.º aniversario del festival, los estudiantes proponer colocar baldosas dedicadas a las principales estrellas que hayan tocado en el evento.
De este modo el contorno de la playa contaría con la placa de The Cure, la de Paul Weller, la de Status Quo, la de los New York Dolls, la de los Stranglers, etcétera. Pero, además, se instauraría la tradición de colocar una nueva baldosa a cada estrella importante que pasase por la ciudad. Ello generaría un plus de cara a los artistas, una proyección del evento por este hecho e incluso un atractivo turístico dentro de la ciudad.